¿Y si escribiéramos un credo hoy? | Por Bernabé - El Blog de Bernabé

Breaking

Home Top Ad

martes, 22 de julio de 2025

¿Y si escribiéramos un credo hoy? | Por Bernabé

Bonus track | A 1700 años del Concilio de Nicea (325–2025)

Del 20 de mayo al 19 de junio del año 325 d.C., más de 200 obispos provenientes de todo el mundo cristiano antiguo se reunieron en Nicea, convocados por el emperador Constantino. El propósito: confesar juntos la fe. El resultado: el primer credo ecuménico de la historia.

Han pasado 1700 años. Y aunque seguimos confesando con gratitud el Credo Niceno, una pregunta nos inquieta: ¿Qué pasaría si nos sentáramos hoy —jóvenes, ancianos, mujeres, hombres, teólogos, campesinos, pastores, artistas— y tratáramos de escribir un credo que hable desde y para nuestro tiempo?

ÚNETE A NUESTROS CANALES EN:

Telegram WhatsApp

No se trata de reemplazar el de Nicea. Se trata de actualizar su potencia. De traducirlo con el corazón en llamas y los pies en la tierra.

Creer hoy: entre la sospecha y la esperanza 

Vivimos tiempos donde creer se ha vuelto difícil. La Iglesia carga heridas. El mundo carga cansancio. La fe parece a veces demasiado antigua, o demasiado abstracta.

Y sin embargo, seguimos creyendo.

Creemos en el Dios de la vida, que llora con los que sufren.
Creemos en Jesús, palabra encarnada, ejecutado por el imperio, resucitado por Dios.
Creemos en el Espíritu que empuja, consuela, incendia.
Creemos en la Iglesia, a pesar de sus heridas.
Creemos que otro mundo es posible, porque el Reino ya empezó.

No es poesía. Es esperanza confesada. Es una teología que camina, que respira, que canta y que lucha.

LEE LA SERIE DE ARTÍCULOS "EL ECO DE NICEA: UNA SERIE PARA NUESTRO TIEMPO"
 

Un credo para nuestros tiempos

Un nuevo credo no se escribe para oficializarse. Se escribe para alentar. Para reunirnos otra vez en torno a lo que nos une. Para recuperar la fuerza profética de decir: creo.

Un credo hoy sería más coral. Menos dogmático y más testimonial. Más encarnado. Más abierto a la diversidad reconciliada. Capaz de afirmar sin excluir, de confesar sin imponer.

Un credo hoy diría que el Reino no se hereda por estructuras, sino por entrega.
Que la Iglesia no es un poder, sino un pueblo.
Que la fe no es certeza, sino confianza.
Y que creer en comunidad sigue siendo un acto político, poético y profundamente humano.

¿Nos atrevemos?

La invitación no es a redactar un nuevo concilio. La invitación es a conversar. A abrir las Escrituras y los corazones. A imaginar, a construir, a confesar de nuevo —juntos y juntas— la fe que da vida.

Porque confesar sigue siendo urgente.
Porque la Iglesia sigue siendo posible.
Porque Nicea, 1700 años después, todavía nos habla.
Y nosotros, 1700 años después, todavía tenemos algo que decir.


Sobre el autor: 

¡Hola! Soy Bernabé, tu anfitrión en "El Blog de Bernabé", un espacio dedicado a profundizar en teología, fe, misión integral y espiritualidad. Aquí, junto a un grupo de amigos y amigas, compartimos reflexiones, inspiración y diálogo espiritual. Te invito a ser parte de nuestra comunidad, donde exploramos y reflexionamos juntos. Mi propósito es difundir ideas y perspectivas cristianas, espirituales y teológicas originadas en Latinoamérica y el Caribe.

¿ALGO QUE DECIR? COMENTA ESTE ARTÍCULO MÁS ABAJO CON FACEBOOK, BLOGGER O DISQUS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario