todo se embellece
Y no es común que lo haga
Si te miro
¡Señor
qué hermoso eres!
Un atisbo
Un mirar casi de reojo
Un pequeño roce con mi pupila
¡Señor
que inmenso eres!
Un atisbo a la inmensidad
Y todo cambia
como de la tierra al cielo
Si te miro
todo se ilumina
Y no es común que lo haga
Si te miro
¡Señor
qué distinto eres!
Que otro
Que totalmente otro eres
Si miro mi cara
Mi rostro y mi luz
Nada
Si miro a otros
Nada
¡Señor
qué único eres!
Un atisbo a tu inmensidad
y todo cambia
El cielo baja
y la tierra sube
y yo en ella
¡Señor
qué tierno eres!
Una mirada somera
Recatada
Casi furtiva
y todo se llena de Ti
y respiro
siendo otro
Nuevo
Esperanzadoramente nuevo
Allí Tú
Inmensamente personal e infinito
Aquí yo
Pequeñamente personal y finito
Allí Tú
Gloria primera y última
Aquí yo
Vanidad de hoy
¡Señor
qué glorioso eres!
¡Señor
qué vacío y efímero soy
en tu presencia!
Y un atisbo
Un suspiro
Una gota en mi frente
Un beso solar
Y todo está allí
y luego acá
Para luego un gesto mío
dirigido a Ti
Un te quiero y un gracias
¡Señor
qué amorosamente santo eres!
Sobre el autor:
Luis Cruz Villalobos, chileno, es Ministro Presbiteriano, miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Es Psicólogo Clínico doctorándose en Teología. Director del Centro de Investigación de Resiliencia y Espiritualidad (CIRES) .
Sigue a Luis Cruz Villalobos en Twitter
Sitio web de Luis: Centro de Investigación de Resiliencia y Espiritualidad
¿ALGO QUE DECIR?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario