Quizás actualmente podemos escuchar de problemas laborales, de empleados infieles. He visto en estos días la noticia de un joven que robó equipos informáticos de su trabajo y lo atraparon vendiendo los mismos en las redes sociales.
No sabemos qué exactamente ocurrió con Onésimo, que en tiempos de Pablo era esclavo de Filemón. Creería que no estaba convertido aunque , posiblemente había escuchado algo sobre Jesús, pero por alguna razón tomó la decisión de escapar. En su huida llegó a donde Pablo estaba preso y tomó una decisión de seguir fielmente al Señor Jesucristo.
Sabemos que las leyes del imperio eran muy severas para los esclavos que escapaban.
Vemos con qué tacto Pablo trata al hermano defraudado (Filemón): “Un cristiano amoroso, lleno de fe, hospedador, amigo, fiel seguidor de Jesucristo”. Y no lo hace simplemente como forma de adular. Creo que Filemón era un muy buen cristiano, aunque posiblemente estaba enojado ya que Onésimo escapó, y pareciera que se robó algo de dinero o alguna otra cosa de valor.
Pablo hace de mediador, y con amor suplica a Filemón que acepte a Onésimo ya no como un esclavo, sino como a un hermano en Cristo. La breve carta muestra el sentimiento de amor fraternal de Pablo a ambos, a Filemón y a Onésimo.
La reconciliación era un tema central en la teología de Pablo, predicando la restauración de la relación entre la humanidad y Dios, mediada por Jesucristo. Este concepto abarca tanto la reconciliación cósmica (la restauración de todas las cosas) como también la reconciliación individual, y también la reconciliación entre todos los creyentes.
Pablo presenta la reconciliación como un ministerio que le ha sido encomendado a él y a todos los creyentes, instándolos a ser embajadores de esta reconciliación. (ver 2 Co. 5).
Siempre ocurrirá que defraudaremos a alguien o alguien nos defraudará. Muchas veces me pasa a mí, que cuando surgen conflictos en la comunicación, prefiero alejarme de la persona, y es común que la otra persona tampoco quiera comunicarse conmigo. Pero en estas situaciones lo mejor es intentar tender puentes. A veces una persona llena de sabiduría puede actuar de mediador, para que el problema pueda resolverse.
Pablo nos pide a todos los cristianos que tengamos consideración con aquellas personas que nos defraudaron de alguna manera. No siempre es fácil perdonar y reiniciar una relación con alguien con quien tuvimos un conflicto, ya sea en el trabajo, en la familia o en la iglesia, pero Jesús en el evangelio nos indica que debemos antes de dar nuestra ofrenda ir y reconciliarnos con quién estamos peleados. (Mt. 5. 23-25).
No sabemos qué fue lo que ocurrió después en esta historia ¿Cómo fue el reencuentro entre Filemón y Onésimo? ¿Cómo fue la relación luego? ¿Fue un esclavo o se convirtió en un hermano? ¿Deberíamos nosotros buscar la reconciliación con una persona infiel? ¿Le daríamos una segunda oportunidad?
También la carta sugiere que en Cristo se rompen las divisiones de jerarquía y de clases sociales. En la iglesia, no existen jefes, sino que todos somos hermanos, porque ante la cruz de Cristo todos estamos en la misma posición.
Pienso que deberíamos leer dos o tres veces esta breve carta y pensar de qué manera actuamos ante conflictos en la comunicación, en la iglesia, o en cualquier otro lugar.
¡Bendiciones!
Para estudio complementario:
Estudio Inductivo de Filemón
Comentario de Filemón
Resumen de Filemón: un panorama completo animado (video)
Sobre el autor:
Wolfgang A. Streich es paraguayo, y está casado con Ruth. Tiene un bachiller en Teología y una Lic. en periodismo. Es miembro de la iglesia menonita Concordia y coordinador de Anabautista Digital 500 y corresponsal de Anabaptist World. Dirige también la página Buenas Noticias Ilimitadas.
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