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Anatoly Lunacharsky, junto al estado soviético, sentenciaron a Dios a muerte. |
Ciertamente no. Décadas después, según registros, en el 2007, el senador de Nebraska, en Estados Unidos, Ernie Chambers, volvió a “sentar a Dios,” en un banquillo cuando lo demandó por permitir las inundaciones, los terremotos, los huracanes y otras calamidades: "el demandado (Dios), no ha mostrado ni compasión ni remordimiento", argumentó Chambers.
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En el 2007, el Senador Ernie Chambers sentó a Dios en el banquillo de los acusados |
De allí que, si los modelos humanos de autoridad pueden representar una figura distorsionada, ¿qué decir entonces de esa mala representación que se hace de Dios cuando lo mostramos como implacable, déspota y cargado más de ira que de amor?
Cierta vez alguien me decía, “es mejor que las personas, aunque impulsadas por el temor, se acerquen a Dios antes que se pierdan”. En el fondo de este argumento se encuentre el anhelo por el bienestar de nuestras familias, conocidos y no conocidos, pero de ninguna manera se justifica la promoción de un mensaje sobre la base del temor para coaccionar la búsqueda de Dios, algo que les encanta hacer a los ultraconservadores.
Recuerdo que hubo una época, años atrás, que en muchas iglesias se hacían las típicas campañas y proyectaban la película “El infierno”. Al final del filme se podían ver muchas manos levantadas de personas aterradas buscando escapar de ese infierno (esto ¡pese a los pésimos efectos especiales y a la baja producción de la película!). El problema, es que la mayoría de esos “compromisos” se realizaron bajo el temor, algo que con el tiempo se notó no tenía mucha base ni era sostenible.
En la actualidad ocurre lo mismo solo que con el avance de las tecnologías los efectos son más completos, aunque el mensaje sigue siendo un mensaje coaccionador con películas sobre trama del Armagedón, el mal llamado Rapto entre otras.
Qué diferente con la invitación de Jesús hacia el pueblo, era basada en la gracia, el perdón, la esperanza y la reconciliación
Los mismos discípulos tuvieron que ser confrontados por el Maestro sobre los métodos que ellos querían usar. Santiago y Juan, por ejemplo, pidieron consentimiento para mandar fuego del cielo y consumir a los samaritanos por no mostrar hospitalidad (Lucas 9:54).
De inmediatamente el Señor los reprende. Sin embargo, ellos tan solo respondían a las enseñanzas y tradiciones religioso con la fueron moldeados por siglos, según la interpretación de la ley. Los seguidores de Jesús poco a poco fueron conociendo en la práctica los otros rostros de Dios que había minimizado las leyes.
Ministerio de reconciliación y no condenación, es lo que nos enseña Pablo en 2 Corintios 5:19, por ende, un Dios de amor y no de temor, es el llamado que se nos ha conferido anunciar.
Siendo que Dios es un Dios de amor, ante todo, ¡este es el que refleja el que Jesús anunció!
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