Reseña personal del libro Travesías. Itinerario pedagógico, teológico y político, de Matthias Preiswerk
Leí con sumo interés el libro escrito por mi buen y admirado amigo, el Dr. Matthias Preiswerk. El título es Travesías. Itinerario pedagógico, teológico y político (1), publicado en el 2022 por Plural Editores, reconocida casa editorial boliviana, especializada en ciencias sociales, humanas y literatura. Es, según dicen los conocedores del mundo editorial suramericano, la casa editorial más activa de Bolivia.
En total son 262 páginas, incluido el fino prólogo escrito por la teóloga dominica Antonietta Potente, de origen italiano, pero, al igual que Matthias, con una larga historia de compromiso de vida con Bolivia. Cuando terminé el prólogo, de inmediato le escribí al autor diciéndole que ya estaba a las puertas de iniciar su texto y que, por lo dicho por Antonietta, ahora él estaba ante el desafío de cumplirme los elogios que ella le había hecho (todos muy ciertos y merecidos) y de mantener la calidad literaria de su pluma. ¡Qué belleza de prólogo!
Ahora, mis impresiones personales y los principales ángulos de interés a través de los cuales hice la lectura. Travesías es una joya de la literatura testimonial latinoamericana, escrita desde la experiencia intercultural y el compromiso liberador con la educación teológica, la causa ecuménica y el activismo político. Matthias ha sido testigo privilegiado de muchos de los procesos sociales de estas últimas décadas, muy particularmente de los que vivió y sufrió en su querida Bolivia. El texto ha sido escrito con admirable sentido autocrítico, no porque haya renunciado a sus lealtades con las causas con las que estuvo involucrado, sino en razón a esa misma lealtad: se es leal en la medida en que se es integro y se mira el pasado con honradez. La suya no es una crítica desde la mirada de un evaluador externo, sino autocrítica desde el corazón comprometido del que ha encarnado esas causas y no ha renunciado a ninguna de ellas.
En mi caso, como teólogo, educador y pastor evangélico, vinculado a una organización cristiana de compromiso social con vocación ecuménica (World Vision), agradezco el libro de Preiswerk porque me ha ayudado a recorrer el ayer de las instituciones eclesiales para tratar de explicar el tiempo presente que muchas de ellas están viviendo. “Su ayer, nos explica el hoy”(2). Las crisis no se pueden esconder. La institucionalidad ecuménica a la que tanto debemos y que mucho aportó al continente, vive su propia crisis de estructuras, algunas ocasionadas por los grandes cambios en sus modelos financieros y, otras, por los desafueros de sus propios directivos caracterizados por la dificultad para lidiar con las transiciones. Cambiaron los tiempos, se modificaron los modelos de financiación y, entonces, aparecieron los conflictos internos con los que se hizo más difícil afrontar los cambios, algunos de ellos sorprendentes y abruptos. Es una crisis que afecta también a las instituciones misioneras en general, otrora pioneras de cambios y reconocidas por su progresismo teológico, pero hoy atrapadas en el anacronismo organizativo y decadentes en su incidencia teológica y, aún más, en lo social.
Educación teológica en transición
¿Cómo entender el cierre de algunas instituciones teológicas en territorios de Abya Yala? ¿cómo explicar el desconcierto con el que muchas de ellas viven los grandes cambios culturales? ¿por qué tan restringidas internamente para reaccionar y contextualizarse a las demandas de la educación teológica que piden las nuevas generaciones? Estas son algunas de mis preguntas, aunque aún con pocas respuestas. Observo cómo las nuevas generaciones hablan de teología, debaten asuntos que décadas atrás no consideramos en las instituciones teológicas; asumen nuevos compromisos sociales y debaten a partir de su fe y, muchas veces, incluso, en contra de las iglesias (hablan de la deconstrucción de la vieja fe, por ejemplo). Interés en la teología, existe y, en mi personal criterio, mucho más que antes, pero lo expresan por canales informales, como las redes sociales (asunto poco serio para los acartonados teólogos de ayer), en foros improvisados, en textos breves (sin el acostumbrado y clásico rigor de la academia teológica).
Mientras crece el interés por la teología, las instituciones educativas miran a un lado y al otro sin encontrar su nuevo lugar. El desconcierto las paraliza y su empobrecido modelo de sostenibilidad financiero las detiene (acostumbradas al financiamiento extranjero). Es una crisis ocasionada, sigo imaginando, por las transiciones culturales y sociales, con una historia que Travesías intuye y presenta con casos y anécdotas situadas en el tiempo. No quisiera dejar la impresión de que es un libro de análisis y evaluación de los modelos educativos (de esos Matthias escribió antes algunos de los mejores(3) ); no lo es, pero en sus Travesías, se encuentran pistas lúcidas que ayudan a hacer, por nuestra propia cuenta, esos análisis, hoy tan necesarios como urgentes.
Ecumenismo exclusivo
También he leído despacio y registrando en un cuaderno las muchas alusiones que hace nuestro autor a la vivencia ecuménica de quienes militaron en el movimiento ecuménico institucionalizado. De esa institucionalidad hay mucho que agradecer, sobre todo por parte de quienes, como es mi caso, no pertenecimos a ella, aunque nos acompañó (me acompaña) la vocación por la unidad de las iglesias. Ya casi al final del libro, se lee que esa identidad ecuménica, aunque firme y consecuente, dejó por fuera de su círculo de relaciones a quienes ⸻a veces con justificadas razones⸻, clasificó como conservadores o fundamentalistas. Su admirable radicalidad cristiana conllevó una contradictoria exclusión ecuménica, dejando por fuera de los diálogos a las comunidades evangelicales, pentecostales y neopentecostales, en general. Y cuando esos acercamientos se buscaron, como fue el caso del Consejo Latinoamericano de Iglesias, CLAI, por allá en la primera década del nuevo siglo, fueron criticadas y torpedeadas por un sector del liderazgo ecuménico de aquellos años (de esto fui testigo y forman parte de mis Travesías personales). Es decir, aquel era un ecumenismo para los ecuménicos, en que primó la institución por encima de los posibles acercamientos a favor de la “unidad en la diversidad”. ¿Sobró radicalidad y faltó fraternidad? Creo que sí. Matthias también lo insinúa. Faltó el valor para correr el riesgo de acercarse a este numeroso sector que, pocos años después, y hasta la fecha, se convirtieron por “arte y magia” de sus destrezas políticas en actores protagónicos de los debates públicos y el mundo electoral. Si aquel ecumenismo hubiera aceptado que parte de su vocación era tender puentes y facilitar más “diálogos improbables” con el evangelicalismo latinoamericano, quizá (solo un quizá dubitativo) se hubiera podido incidir un poco más para no tener hoy que lamentar tanto.
Matthias da cuenta de esa realidad y con refinada sinceridad. Hablando de una situación particular, acepta que su “perspectiva ecuménica se enriquece gracias a la convivencia con sectores evangélicos y pentecostales y, al mismo tiempo, mis distancias con el movimiento ecuménico institucionalizado aumentan a causa de sus expresiones cada vez más burocráticas” (p.203). Esa burocracia que se intuía por aquellos años terminó reinando hasta producir la hecatombe de algunas de aquellas ilustres instituciones, que tanto nos dieron en el pasado (con sus lastres burocráticos a cuestas), pero que tan poca presencia tienen hoy en el convulsionado panorama religioso de nuestro continente.
El nuevo Manifiesto
Bueno, me he detenido en el aspecto ecuménico, pero no quisiera dejar la impresión de que es el único tema del libro, sino el que, en lo personal, me ha interesado más, ya sea por mi vocación teológico-pastoral o mi trabajo social con diferentes iglesias, redes interreligiosas y organizaciones basadas en fe (OBF). Pero Travesías nos invita a más, por ejemplo, a mirar el trascurrir político con los ojos autocríticos de la fe (y no solo con el ardor del compromiso partidista), a reinterpretar el lugar de las iglesias en la sociedad (y no solo su ascenso social), a reconsiderar la función pastoral (entendida en su más amplio sentido) y a examinar las propuestas pedagógicas de las últimas décadas y reconocer su crisis. A propósito de este último, del asunto pedagógico, Matthias fue el arquitecto principal del Manifiesto Por una educación teológica de calidad (4), publicado a finales del 2007 y del que tuve el honor de conocer desde el inicio de su redacción y ser uno de sus firmantes.
Ya por esos años, Matthias entreveía la crisis y sugería pistas para responder a ella. Entonces no fue tan contundente en el diagnóstico como se lo ha sido ahora. Casi al cierre de su texto, afirma: “A lo largo de este capítulo insinué que el ciclo de la Educación Teológica ecuménica y liberadora estaba llegando a su fin. Sin embargo, no me toca a mi decretar que este ciclo no pueda rebrotar de otra manera y con nuevos actores” (p.245). Líneas que describen el talante de todo el libro: aquí está, retratado de frente Matthias Preiswerk el que vivió en profundidad las causas pedagógica, teológica y política. Con todas vivió un compromiso intenso, pero no por éste se aferra al pasado para defenderlo y quedarse amarrado él. No; Matthias es “un pájaro libre de libre vuelo”, como canta Mercedes Sosa. Prefiere hacer del pasado, luz que ilumine el presente y anime el futuro, en lugar de ancla que nos deje atados a él. Conservar nunca ha sido su vocación, sino renovar, transformar y crear nuevos mundos posibles. Para esto se ha escrito Travesías, aunque su autor no sea del todo consciente de eso (discúlpame, Matthias), para expresar un nuevo Manifiesto, esta vez con el sello de sus años vividos y sus sueños pendientes. ¡Por todo esto y más, gracias, Matthias!
Notas:
(1) Travesías. Itinerario pedagógico, teológico y político, ofrecido en: https://www.amazon.com/-/es/Matthias-Preiswerk-ebook/dp/B0BG987MW6/ref=sr_1_1?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=matthias+preiswerk&qid=1684167997&s=books&sr=1-1
(2) Dr. Jairo Roa, en la presentación del mismo libro en la Universidad Santo Tomás, de Bogotá, Colombia, 21 de febrero de 2023: https://www.facebook.com/FacultadTeologiaUSTA/videos/538880701643603/?extid=WA-UNK-UNK-UNK-IOS_GK0T-GK1C&mibextid=2Rb1fB&ref=sharing
(3) Entre otros, Tramas pedagógicas en la Teología Herramientas para una Educación Teológica de calidad, ahora de descarga gratuita: https://www.globethics.net/documents/10131/26882163/GE_Focus_30_web.pdf/761bd74d-268a-fdf7-75d6-a8b6bdf89f2f?t=1587729218294
(4) Servicios Pedagógicos y Teológicos, Manifiesto Por una educación teológica de calidad SPT, 2007, en: https://www.oikoumene.org/sites/default/files/File/WOCATI_2008_Manifesto_from_Latin_America_Spanish_version.pdf
Sobre el autor:
El
pastor y teólogo Harold Segura es colombiano, radicado en Costa Rica.
Director de Fe y Desarrollo de World Vision en América Latina y El
Caribe y autor de varios libros. Anteriormente fue Rector del Seminario
Teológico Bautista Internacional de Colombia.
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