Venezolanos se arrodillan ante policías ecuatorianos al impedírseles su ingreso a Ecuador por no tener visa (Foto viral de redes sociales) |
La genuflexión, de antiguo, se ha usado en diversos contextos y con distintos fines. En algunas culturas, significa reverencia o respeto. Otros se arrodillan para expresar su culto a Dios o a sus dioses. Se arrodillan también para demostrar sometimiento o servilismo. De rodillas se suelen hacer promesas, pedir perdón, clemencia o ayuda.
Parece que la valoración de la acción depende del motivo, el contexto y las personas involucradas. En la Biblia, un rey honra a su madre de rodillas. Jesús oraba de rodillas al Padre en un huerto antes de la cruz. Satanás hace ofertas fraudulentas a Jesús a cambio de su postración.
Recientemente, se ha publicado la foto que muestra a migrantes venezolanos suplicando de rodillas compasión, frente a un cerco policial, para que les dejen cruzar la frontera. Por no tener visa, no pudieron pasar.
Esta situación, dantesca, parece rebasarnos: Ver lo que obliga a salir a tantos, las condiciones en que se desplazan, los escollos que deben superar, las dificultades que causan a otros países, el mal proceder de unos pocos compatriotas, la humillación que debe afrontar la mayoría, la honradez y los sueños de tantos, la ambivalencia de los Estados y demás instancias y pare de contar... El tema es complejo, pone a prueba nuestras nociones de sociedad, estructuras, instituciones y compromisos con la vida.
Dos casos más de genuflexión en la Biblia vienen a mi mente: cuando se postraron ante los apóstoles (Hechos) y cuando un apóstol pretendía adorar a un ángel (Apocalipsis). En ambos casos, hay negativa, no se permite; no se permite porque era denigrante, significaba un trato que solo Dios merecía. Una acción así no procede entre hermanos, consiervos, congéneres.
Lidiar con flujos migratorios no ha sido fácil, requiere de muchas lecturas y consideraciones (legales, políticas, económicas, en fin); pero jamás debería dejar por fuera el trato humano, solidario...
Quienes, cansados de estar de rodillas ante un sistema irresponsable y perverso, salieron en busca de otras condiciones, de rodillas imploraron una piedad que, de momento, no alcanzaron. Complicado.
Cuando cerramos puertas a la vida, abrimos ventanas a la muerte; cuando las leyes no defienden la vida, dejamos su suerte en manos de la corrupción, la arbitrariedad y la opresión. ¿O piensan que la vida dejará de luchar por sobreponerse al horror? Hay que tomar notas de esto, para no repetir el trato.
¡Dios bendiga a Venezuela! Humillémonos ante Dios para que él nos levante.
Sobre el autor:
Richard Serrano es pastor, teólogo y músico venezolano. Fue rector del Seminario Teológico Bautista de Venezuela. Actualmente, es pastor de la Primera Iglesia Bautista de San Antonio de Los Altos. Es director de educación teológica de la Unión Bautista Latinoamericana (UBLA). Realiza estudios doctorales en SETECA. Con su familia, vive en San Antonio de Los Altos, cerca de Caracas, Venezuela.
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