Desde la experiencia de las juventudes indígenas | Por Ariel Corpus - El Blog de Bernabé

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jueves, 11 de noviembre de 2010

Desde la experiencia de las juventudes indígenas | Por Ariel Corpus


El sureste mexicano conjunta la mayor cantidad de iglesias presbiterianas del país. Chiapas, Tabasco y Yucatán son los Estados con mayor presencia evangélica presbiteriana. En Chiapas, la experiencia indígena se configura como otra expresión heredera de Babel. Con ello, nuevos significados se abren al entender los gestos y formas de ser joven en un contexto indígena. Para nuestra intención, apostamos por que las traducciones de los textos bíblicos ayudan a acercarnos a un horizonte de comprensión de la juventud. De este modo, se abren las posibilidades de tener nuevas miradas bíblicas desde la diversidad de experiencias (las juventudes) y desde la pluralidad de expresiones humanas (las culturas). Pensar la homogeneidad de la juventud invisibiliza las múltiples expresiones que cada joven, interactuando en su contexto, puede aportar a la herencia reformada en el país.

La historia de Daniel nos recuerda que él fue seleccionado siendo joven (Dn 1.4). Al igual que sus compañeros Misael, Ananías y Azarías, fue tomado por el rey Nabucodonosor para ser socializados dentro de la cultura Babilónica. En esta historia, la Biblia en tzeltal llama a los personajes: queremetic. La misma referencia la encontramos en el llamado a Jeremías, que trató de negarse diciendo: ¡Ay, Cajwal Jehová! Ma jna’ c’op, como queremon to, xchihon (Jer. 1.6). Cuando las historias bíblicas refieren al joven, en la versión tzeltal lo denominan como querem. Una lectura desde la mujer también se puede encontrar. El sorprendido Booz pregunta al percatarse de la presencia de Rut la moabia: ¿Ban talem te ach’ixe? Al igual, el asombro de María quien era una joven y que Dios le cargaba la gran responsabilidad de dar a luz el Mesías. En ambos textos, la versión tzeltal usa la referencia ach’ix.
Ambos términos usados en la Biblia –en español y en tzeltal– pueden tener diversos significados. El término joven en lengua castellana puede brindar una gran apertura, pues el ser joven no se determina por un rango de edad. En nuestra sociedad se puede ser joven, padre, estudiante y trabajador al mismo tiempo. Ha dejado de tener un sentido estático y se ha vuelto dinámico y heterogéneo, es decir, puede evocar múltiples expresiones de experimentar la juventud de tal modo que sea más preciso hablar de juventudes. Sin embargo, las denotaciones querem y ach’ix tienen otra relevancia. El querem, evoca dos elementos principales: que no se tiene mujer o se está casado y que no se tiene hijos. Cuando sucede esto se transita del querem al winic que tiene responsabilidades. El winic es el hombre. En el caso de las mujeres se comparten los mismos códigos, ya que se puede ser ach’ix o ants a los 18 años de edad. En ambos casos la designación está determinada por el momento en que dos personas deciden unirse. Esto hace que el ser muchacho o muchacha en un contexto indígena pueda ser muy corto y la juventud llegue a ser homogénea, invisibilizando otras expresiones, de tal modo que podamos hablar de juventudes indígenas. Es decir, no hay otro modo de ser joven. Tanto el querem y el ach’ix en la lengua tzeltal denotan un sentido común: no se es hombre o mujer cabal: el querem no es winic y la ach’ix no es ants. Esto pasa porque no se tiene los compromisos y responsabilidades que puede llegar a tener un adulto.

Sin embargo, una lectura bíblica desde la óptica de las juventudes indígenas representa un descubrimiento, pues a Daniel le permite estar encima de un pueblo extranjero, mientras que a Jeremías asigna una gran responsabilidad al llamarlo como profeta, ambos siendo querem, quienes aún no son hombres cabales. De igual modo a Rut y a María quienes ocupan un lugar significativo en la historia bíblica son llamadas ach’ix, aún no mujeres con responsabilidades y compromisos. Dios es quien los potencializa, pues en una lógica pensada desde la plenitud adulta, que contrasta al joven como lo contrario al adulto (ej. adulto-maduro/joven-inmaduro), entender que Dios llama a los jóvenes a una gran responsabilidad potencializa el ser joven en contextos donde los líderes son adultos. Para terminar, podemos recordar lo que enseña la gracia liberadora en Gálatas: mayuc moso o mach’a ay ta libre; mayuc winic o ants –y agrego– mayuc winic o querem; mayuc ants o ach’ix…

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