El 31 de octubre recordamos el Día de las Reformas, y bien decimos en plural porque no se trata de una reforma, sino de varias, de origen diferente, en la misma época. Tenemos las reformas de Lutero, Calvino, Zwinglio, Anabautista y Anglicana. Todas estas reformas surgen en la Europa medieval del 1500. Recordemos que la Iglesia Católica de Roma se separa de la Iglesia Oriental en 1054, y estos 500 años de catolicismo romano producen cruzadas y protestas que derivan en las reformas.
1. ¿Por qué se desarrollan estas reformas?
Hay, a lo menos, tres razones: política, religiosa y económica.
Lo político tiene que ver con el gobierno autócrata de la iglesia romana y sus abusos de poder.
Lo religioso alude a las desviaciones doctrinales, como la tradición y las indulgencias (es decir, la venta de la salvación), además de la inmoralidad del clero.
Lo económico se refiere al cobro de los impuestos a los bautizados y al peligro que representaban quienes no bautizaban infantes, porque no pagaban impuestos y eran una amenaza.
2. Las doctrinas comunes que impusieron estas Reformas fueron:
- Sola Escritura: la sola autoridad de la Biblia y el rechazo de las tradiciones.
- Sola Gracia: la gracia de Dios y su bondad nos perdonan los pecados.
- Sola Fe: únicamente por fe se es salvo, y no por compra de indulgencias o de buenas obras.
- Solo Cristo: el retorno al mensaje sencillo de la fe en Cristo Jesús como el único mediador entre Dios y los hombres.
- El sacerdocio universal de los creyentes: eleva el rol activo de los laicos en la vida de la iglesia.
3. Los descuidos de las Reformas
No se crea que los reformadores hicieron todo bien. Intentaron purificar la sana doctrina y la fe de Jesucristo, pero cayeron en graves errores.
¿Cuáles son estos errores?
- No fueron un movimiento evangelizador ni misionero. Comprobamos esto hasta hoy con los grupos de las reformas, que se transformaron en ghettos étnicos o colonias.
- Mantuvieron la concomitancia entre la Iglesia y el Estado y rechazaron su separación. Rechazaban la iglesia oficial del Estado, pero, a la larga, la aprobaron: el caso de Lutero, la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia calvinista, que se transformaron en iglesias oficiales.
- En vez de seguidores de Cristo, se transformaron en racionalistas, tratando de convencer a filósofos y pensadores de los aspectos lógicos de la fe.
- Defendieron el rol del clero y las jerarquías -eso mismo que criticaban de la Iglesia de Roma- y terminaron afirmándolo.
- Se persiguieron entre ellos, entraron en conflictos: Calvino, principalmente, persiguió a zwinglianos y anabautistas, y al médico español Miguel de Servet, a quien mandó matar en la hoguera.
- Conservaron resentimientos anticatólicos derivados de las persecuciones, que se mantuvieron hasta hoy. Muchos evangélicos no perciben que su antiecumenismo no es otra cosa que un derivado de las hostilidades de la contrarreforma.

Juan Calvino: El reformador de Ginebra
En el marco de los 508 años de la Reforma Protestante, esta breve biografía de Giorgio Tourn ofrece una mirada renovada sobre Juan Calvino, lejos de los clichés que lo reducen a un dogmático o dictador religioso. El autor sitúa al reformador en su contexto histórico y teológico, revelando su verdadera pasión por la fe y la transformación social. Escrita con claridad y rigor, se lee como una novela. Una obra ideal para quienes desean comprender al Calvino real, no al caricaturizado por la historia.
4. La Reforma Anabautista
Es la más desconocida y la más influyente de todas.
Los anabautistas son un movimiento religioso disidente de Roma que se extiende por casi toda Europa occidental en el siglo XVI, desde los años 1525 en adelante.
Los anabautistas son llamados así por su firmeza en el bautismo de adultos y el rechazo del bautismo infantil. “Ana” significa “re” o “volver a”, “bautistas” significa “bautizar”: son los que vuelven a bautizar.
Los anabautistas no son el único movimiento disidente; ellos siguen a grupos anteriores como los disidentes del primer milenio: los petrobrusianos y valdenses del año 1100 en adelante; los lolardos o seguidores de Juan Wycliff, en 1325 en Inglaterra; y Juan Hus, en República Checa, en 1400.
De hecho, grandes grupos de descendientes de husitas se unieron a los anabautistas. Los anabautistas son, en realidad, continuadores de estos movimientos que fueron reformas antes de las Reformas.
5. Características de los Anabautistas
- Se reunían en secreto en graneros o en botes, porque eran perseguidos.
- Practicaban el lavamiento de pies como parte del culto.
- Eran obreros y campesinos.
- Creían en Cristo como Salvador resucitado, en la Santa Trinidad y en la Biblia.
- Practicaban el bautismo de adultos creyentes.
- Practicaban la paz, la no violencia y rechazaban las guerras.
- Estuvieron dispuestos al martirio por la fe en Jesucristo.
- Rehusaron inclinarse ante el clero y las imágenes religiosas.
- Cuando eran encarcelados soportaban largos interrogatorios; morían quemados en la hoguera, eran torturados y ahorcados; colgados hasta desangrarse; quemados en las estacas con el uso de pólvora; les atravesaban lanzas en el cuerpo o clavos en las rodillas.
- Las mujeres no eran ahorcadas, sino ahogadas en el lago; morían decapitadas.
- Daban testimonio de su fe y predicaban hasta el último minuto antes de su ejecución.
- Después les cortaban la lengua para que no evangelizaran antes de morir.
- Algunos nombres de estos mártires anabautistas son: Conrado Grebel, Felix Mantz, Baltasar Hubmaier, Menno Simons, mujeres como María von Beckum, Anneken Jans, Margareta Satler, Michael Satler, Hans Denck y Hans Hut.
- Si algún lector se interesa por más detalles, puede ver la película Los Radicales o leer la abundante bibliografía al respecto.

Los anabaptistas del S. XVI
Los anabaptistas del siglo XVI encarnaron la corriente más radical de la Reforma, defendiendo una fe libre, adulta y comprometida. Rechazaron el bautismo infantil y la alianza entre Iglesia y Estado, optando por una vida comunitaria guiada por el Sermón del Monte. Su testimonio de no violencia y fidelidad al Evangelio les costó la persecución y el martirio. Aun así, su legado perdura como inspiración para una fe que transforma el corazón y la sociedad.
6. La herencia anabautista
Quienes llevamos la herencia anabautista, a mucha honra, hasta hoy, son los menonitas, grupos congregacionalistas y los actuales bautistas.
Estos últimos se inician más formalmente en 1609 en Holanda, hace 416 años, por un grupo de creyentes ingleses que fueron perseguidos en Inglaterra y huyeron a Holanda, dirigidos por el pastor John Smythe y el abogado laico Thomas Helwys.
Ellos se unieron a los anabautistas y luego continuaron las iglesias bautistas en Inglaterra y toda Europa.
De ser un pequeño puñado de creyentes perseguidos, estos bautistas se transformaron en la iglesia evangélica y protestante más grande del mundo hoy, con más de 110 millones de cristianos en más países que las Naciones Unidas.
En el Día de las Reformas, saludamos a quienes llevamos la marca de esta herencia. Amén.

