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domingo, 20 de octubre de 2024

Jonás: el comunicador cascarrabias de un Dios tierno | Por Wolfgang A. Streich

VOCES DE FE: Magazine dominical

Hay una grave enfermedad que amenaza hoy a los cristianos: el ‘síndrome de Jonás’.

Seguramente todos conocemos la historia de Jonás. No me detendré tanto en las discusiones sobre la ciudad a dónde quería huir, ni en la teología de los pescadores, ni tampoco en el tamaño de la ciudad de Nínive.

No se sabe con certeza la época de la narración. Sabemos que los Israelitas (especialmente los de las tribus del norte) tenían tremendos conflictos con los Asirios. Eran acérrimos enemigos.

En medio de toda la trama, la tormenta, el sorteo, y la decisión del propio Jonás de ser tirado al mar, vemos a un Dios Todopoderoso, pero también lleno de ternura. Tuvo misericordia y se reveló a unos marinos paganos.

Tuvo misericordia y salvó al cascarrabias profeta Jonás con un submarino viviente.

Recuerdo aún los días en que desapareció el Ara San Juan y sus 44 tripulantes, y hace menos tiempo el sumergible Titan. Yo tengo dudas para subir a un avión hoy en el siglo XXI, y jamás me arriesgaría a meterme a un submarino.

Pero bueno, allí, en las profundidades Jonás ora, y el Señor lleno de ternura le responde. Jonás jamás podría ni siquiera imaginar que Jesús usaría su historia como una metáfora acerca de la tumba y la resurrección (Mt. 12. 38-45; Lc. 11. 24-32).

Una frase de autor desconocido, expresa de una manera brillante todo esto:

“Hay una grave enfermedad que amenaza hoy a los cristianos: el «síndrome de Jonás», aquello que hace sentirse perfectos y limpios como recién salidos de la tintorería, al contrario de aquellos a quienes juzgamos pecadores y, por lo tanto, condenados a arreglárselas solos, sin nuestra ayuda. Jesús, en cambio, recuerda que para salvarnos es necesario seguir el «signo de Jonás», o sea, la misericordia y la ternura del Señor”

Aun después de experimentar de primera mano la comunicación misericordiosa de Dios, él no quería tener nada que ver con los ninivitas. Dios dice a Jonás:

“Pobre gente, no distinguen la derecha de la izquierda, son ignorantes, pecadores”.

El libro pareciera ser una especie de sátira contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta que muchos cristianos tienen hoy en día. No quisiera hacer comparaciones, porque las comparaciones son odiosas. Pero tal vez existen muchos Jonás navegando por el Facebook o por el X.

¿Cuándo terminaremos de entender las tremendas implicaciones comunicacionales del signo, de la señal de Jonás?

¿Cómo podemos contrastar la comunicación de los seguidores de Jonás, con la comunicación de los seguidores de Jesús?

Deberíamos leer tal vez la historia de Jonás en la versión MSG (The Message), que está en inglés y también en portugués y pronto en español (Casa Creación).

También les recomiendo una tremenda predicación, que tendrán ganas de escucharla una y otra vez, dada sobre el libro de Jonás por la hermana Gadea García, de la iglesia evangélica Burgos: EL PROFETA JONÁS, MÁS QUE UNA HISTORIA PARA NIÑOS

Finalmente, vemos a toda Nínive ayunando, incluso los animales, al Señor perdonando. Al mismo tiempo vemos a Jonás refunfuñando y teniendo deseos de morir, porque el Señor fue bueno y misericordioso, lleno de ternura.

Podemos incluso señalar que Jonás fue uno de los mayores evangelistas del Antiguo Testamento, pero al mismo tiempo uno de los personajes más rencorosos y malhumorados de la Biblia. Tal vez únicamente podemos compararlo con los hermanos Boanerges qué pedían que caiga fuego del cielo sobre los samaritanos.

Podríamos hacer una exégesis aun de la calabacera, el gusano y el viento oriental abrazador, pero no tenemos tiempo para eso.

Termino con el texto donde el Señor le dice a Jonás

“Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció. Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?” (4. 10-11)

Qué Dios tan lleno de ternura y misericordia, y nosotros mientras, maldiciendo a los políticos, maldiciendo a los chinos, maldiciendo a los palestinos, maldiciendo a nuestra suegra, a nuestros jefes de trabajo, o sea quién sea… ¡¡¡Qué contraste fenomenal!!!

¡Bendiciones y hasta la próxima semana!

Para estudio complementario:

Estudio Inductivo de Jonás
Comentario de Jonás
Resumen de Jonás: un panorama completo animado (video)

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Sobre el autor: 
Wolfgang A. Streich es paraguayo, y está casado con Ruth. Tiene un bachiller en Teología y una Lic. en periodismo. Es miembro de la iglesia menonita Concordia y coordinador de Anabautista Digital 500 y corresponsal de Anabaptist World. Dirige también la página Buenas Noticias Ilimitadas.

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