Lausana 4: Entre la esperanza y los desafíos de la misión integral | Por Bernabé

Invitación a leer las crónicas de Harold Segura

Congreso de Lausana 4 - Seúl 2024. FOTO: Movimiento de Lausana

El Congreso Lausana 4, celebrado en Seúl, Corea, marcó un hito importante en la historia de la evangelización global, congregando a 5,200 líderes y representantes cristianos de más de 200 países. Este evento, cargado de simbolismo, fue un recordatorio de los 50 años del Movimiento de Lausana, que tuvo su origen en 1974, y de la relevancia continua del llamado a llevar el Evangelio a todas las naciones. Sin embargo, detrás de la música, las conferencias y los discursos, emergieron tensiones teológicas y pastorales que plantean desafíos para el futuro de la misión cristiana.

Uno de los aspectos más notables de Lausana 4 fue su capacidad de reunir a diversas generaciones y culturas en un solo lugar. Sin embargo, el congreso también reveló las grietas dentro de la iglesia global, especialmente en torno a temas sociales y teológicos que no han sido abordados con la profundidad necesaria. Aunque el lema oficial era "Que la iglesia proclame y exhiba a Cristo juntos", la realidad es que no todas las voces fueron igualmente representadas en el documento final del congreso.

Los desafíos no abordados

Un tema que extrañamos fue una discusión más profunda sobre la justicia social y su relación con la misión cristiana. Si bien se mencionaron aspectos como la persecución de los cristianos en diversas partes del mundo, la declaración oficial no profundizó en temas críticos como el racismo, la desigualdad económica, el patriarcado y las consecuencias del colonialismo, tanto misionero como político. Estas son realidades que afectan a muchas comunidades cristianas hoy y que no pueden ser ignoradas si queremos un Evangelio integral y transformador.

Por otro lado, el debate sobre la inclusión de las personas de grupos minoritarios y el papel de las mujeres en la iglesia no fue lo suficientemente equitativo. El énfasis desproporcionado en la sexualidad, en detrimento de otros temas sociales urgentes, refleja una preocupación teológica que sigue aferrada a las posturas conservadoras de décadas pasadas. Por otro lado, la agravante crisis climática, la corrupción estructural, el conflicto israelí palestino, las guerras en desarrollo y las injusticias sociales fueron prácticamente ignoradas en el discurso oficial.

Lo que extrañamos

Extrañamos una reflexión más profunda sobre cómo la iglesia global puede comprometerse con la justicia en todas sus formas, no solo a nivel espiritual, sino también social, político y económico. El llamado a la Misión Integral, como bien lo han destacado voces dentro y fuera de Lausana, exige que la proclamación del Evangelio venga acompañada de acciones concretas que enfrenten las estructuras de opresión en el mundo.

Además, el futuro de la iglesia parece estar desconectado de las nuevas generaciones. Las estadísticas nos muestran una disminución alarmante de jóvenes que participan en la iglesia evangélica, y sin embargo, no se abordó con suficiente urgencia la necesidad de un cambio en la forma en que evangelizamos y discipulamos a las nuevas generaciones. La teología necesita encarnar el Evangelio de manera fresca, relevante y atractiva para las inquietudes y demandas de los jóvenes de hoy.

Un congreso diverso, pero con mucho por caminar

La diversidad del pueblo evangélico global es innegable. En Lausana 4, esta diversidad se celebró en los himnos, las conversaciones informales y las dinámicas interculturales que tuvieron lugar fuera del programa oficial. No obstante, la verdadera unidad en misión no puede lograrse sin un diálogo franco sobre las profundas divisiones teológicas y sociales que persisten en nuestras comunidades. Este congreso fue un reflejo de esa tensión entre lo tradicional y lo nuevo, entre la esperanza de un Evangelio que transforma y la realidad de una iglesia que, en muchos casos, aún se aferra al poder y a las estructuras arcaicas.

Invitación a revivir las crónicas de Harold Segura

Harold Segura, presente en Seúl 2024, ofrece una serie de crónicas que recogen no solo los momentos clave del evento, sino también las conversaciones informales y las tensiones que marcaron Lausana 4. Sus reflexiones son una invitación a explorar las luces y sombras de este encuentro histórico y a cuestionar las implicaciones que tiene para la misión cristiana en el futuro.

Te invito a leer cada una de estas crónicas para revivir lo que ocurrió en Lausana 4, a través de la mirada crítica y reflexiva de Harold Segura:

1. Catorce años después de Ciudad del Cabo - IV Congreso de Lausana, en Seúl, Corea 
2. El aire fresco de Seúl y el Espíritu que reanima 
3. Viejas preguntas, ¿las mismas respuestas? 
4. Entre la persecución y la predilección 
5. Lausana, sin maquillaje 
6. La teología: una linda mola multicolor 
7. Ecos de fe y voces nuevas 

 
Cada una de estas crónicas te permitirá sumergirte en los debates, las celebraciones y las tensiones del Congreso de Lausana 4, y te dejarán pensando en el futuro de la misión integral y su relevancia en el mundo de hoy.

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Sobre el autor: 

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