Éxodo: una teología de la liberación | Por Wolfgang A. Streich

VOCES DE FE: Magazine Dominical

Al iniciar esta introducción a la comunicación en el libro de Éxodo, me gustaría indicar que la teología de la comunicación es un tema que no se ha tratado ampliamente en el mundo de habla hispana, aunque los materiales existentes, que a veces pareciera que están un poco escondidos son muy útiles. Lo que escribo no lo he construido sobre la nada, sino que otros autores me ayudaron a iniciar mis propios planteamientos. En este sentido me gustaría mencionar a 10 autores que escribieron sobre estos temas antes que yo y por lo menos una de sus obras que recomiendo leerlas para una mayor comprensión del tema:

John Stott: La predicación – Puente entre dos mundos.
Pepe Pedregosa: Biblia y comunicación.
Felicísimo Martínez Díez: Teología de la comunicación.
Rolando Pérez: Manual de comunicación - Para comunicadores/as cristianos/as que luchan por la justicia.
Carlos A. Valle: Comunicación y misión – En el laberinto de la comunicación.
Rigoberto Manuel Gálvez Alvarado: Teología de la comunicación: Un acercamiento bíblico a los medios masivos de comunicación.
Luis Ignacio Sierra Gutiérrez: Hacer teología de la Comunicación desde América Latina.
Vicente Vide: Comunicar la fe en la ciudad secular. Teología de la comunicación.
Rebecca Manley Pipert: Fuera del salero: Para servir al mundo.
Miguel de Santiago Rodríguez: Comunicación y cristianismo: Teología, ética y evangelización.

La mayoría de estos libros están en PDF en internet, y usted puede buscarlos y descargarlos utilizando el buscador Google. Existen otros materiales muy buenos en revistas científicas que también son de gran utilidad para todo aquel que quiera investigar sobre la Teología de la Comunicación.

Yendo al tema de hoy:

¿Quiénes son los que comunican en el libro de Éxodo y qué es lo que comunican?

Para este tema, recomiendo leer: La comunicación como medio de revelación; por Angie Tatiana Andrade Quiroz.

El libro del Éxodo, relata literalmente esto: la salida luego de 400 años de esclavitud del pueblo de Israel en Egipto. El comunicador principal es Dios, mientras Moisés es el instrumento de Dios para guiar al pueblo.

Por un lado, vemos a un Moisés vulnerable, que es salvado de las aguas y adoptado por la hija de Faraón. Ya de grande se lo nota muy impetuoso al matar a un egipcio. Notablemente Dios lo envía al desierto, donde debe pasar 40 años mayormente en silencio y reflexión. Allí Dios le habla desde una zarza ardiente y lo llama a volver a Egipto a liberar a su pueblo.

Éxodo es un libro lleno de actos de comunicación de Dios. Las 10 plagas, el mar que se abre, una liberación maravillosa. El pueblo canta y baila de gozo. Pero poco después ya caen en la murmuración, las quejas, las peleas y conflictos, el engaño, la violencia, la desobediencia.

Dios tuvo que actuar varias veces duramente con el pueblo, aunque nunca dejó de amarlos.

Y los rituales, ¿Qué comunican?

Quizá como forma en que el pueblo tenga una convivencia más sana y con la conciencia de la presencia de Dios, él instaura el sistema del Tabernáculo, el sacerdocio y los sacrificios y ofrendas diarias. Dios quería estar permanentemente en el centro mismo de su pueblo. Todo este sistema apuntaba en absolutamente todo a Jesucristo.

De alguna manera, podría señalarse a los 10 mandamientos como la primera acción comunicativa de Dios a través de la escritura. El tema de la ley y los 10 mandamientos, según Pablo, fue una guía, un ayudante, para llevar al pueblo de Israel a Cristo. Aunque podemos sacar grandes enseñanzas de los 10 mandamientos para el día de hoy, lo que sabemos categóricamente es que nadie, ningún ser humano fuera de Jesucristo pudo cumplir la letra ni el espíritu de la ley. Es evidente en Éxodo que los israelitas nunca pudieron guardarla.

¿Cuál es el texto comunicativo más asombroso entre Moisés y Dios?

Según mi perspectiva este es uno de los textos más lindos referente a la comunicación en el Éxodo:

Moisés dijo al Señor:

—Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que te conozco por nombre y que cuento con tu favor. Pues si realmente es así, dime cuáles son tus caminos. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo.
—Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor.
—O vas con todos nosotros —respondió Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí. Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra?
—Está bien, haré lo que me pides —dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te conozco por nombre. (Ex 33.12-17 NVI)

Luego de esta hermosa conversación entre el Dios Todopoderoso y su amigo Moisés existe una Teofanía donde Dios muestra su gloria a Moisés. Tan cercano fue el encuentro entre Dios y Moisés (maravillosa comunicación), que los israelitas no podían ver a Moisés a la cara a causa del reflejo de la gloria de Dios. (Ex 34)

Pablo compara el velo de Moisés con la dureza del corazón de los israelitas para aceptar a Jesús como el Mesías (2 Co 3.13-15).

¿Qué relación tenemos los cristianos con las leyes del Éxodo?

Aunque muchos proponen actualmente con la vigencia de las leyes del Éxodo, ya lo tenemos a Jesucristo, Dios con nosotros, quién quitó la maldición de la ley y la clavó en la cruz; Él nos presentó sus mandatos de amor.

Si usted puede, realice una comparación entre el Monte Sinaí con el Monte de las Bienaventuranzas (Mt. 5). También compare el Monte Sinaí con el Monte Calvario (Gólgota)

Aunque personalmente tengo mis dudas sobre centrarnos en los mandamientos del Éxodo, creo que debemos acercarnos primordialmente en Dios comunicador y a Moisés como intermediario con el pueblo. Todo lo demás son símbolos y señales de quién ya vino y ha hecho su morada con nosotros. En la carta a los Hebreos se habla de un mejor camino de comunicación que el de Moisés, abierto por Jesús (10.20)

Toda la comunicación en el libro de Éxodo nos dice una y otra vez que el ser humano nunca pudo y nunca podrá obedecer las leyes, ni en la letra, ni tampoco en el espíritu; ni las leyes morales, ni las rituales o ceremoniales. La Buena Noticia del evangelio es que Jesús es el verdadero Cordero de la expiación, quién cumplió y guardó a nuestro favor todos los requerimientos de la ley. Esto es la verdadera teología de la liberación.

Continúe leyendo y subrayando todo lo relacionado con la comunicación en el libro de Éxodo, y pregunte con el método VOS. Hasta una próxima oportunidad, cuando analizaremos la comunicación en el libro de la Biblia de Levíticos.

Sobre el autor:

Wolfgang A. Streich es paraguayo, y está casado con Ruth. Tiene un bachiller en Teología y una Lic. en periodismo. Es miembro de la iglesia menonita Concordia y coordinador de Anabautista Digital 500 y corresponsal de Anabaptist World. Dirige también la página Buenas Noticias Ilimitadas.