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miércoles, 13 de diciembre de 2023

El evangelio de un "tal Iban" | Por Ronald Rivadeneira

La pregunta pendiente para los que transitamos por los caminos de la fe y buscamos compartir el mensaje de Jesucristo,  es: ¿Si el mensaje que transmitimos a otros es realmente de las buenas nuevas de Jesucristo? Tito Paredes ya reflexionaba hace un par de décadas atrás las implicaciones de tener este tesoro en unas vasijas de barro(1). Los estudios de antropología cristiana ya advierten que la cultura occidental se ha mezclado con el mensaje de las buenas nuevas y tendemos muchas veces a pensar que transmitir el evangelio es transmitir nuestra cosmovisión sociocultural. 


El evangelion, desde su raíz del griego hace referencia a las buenas nuevas del mensaje en Jesucristo, sin embargo, en la actualidad más que del evangelio se prefiere hablar de la sana doctrina que ha asumido una carga auto-referenciada de lo que esto implica, dotándole a estos términos condiciones de posicionamiento ideológico social y político occidental, es otro evangelio cultura perteneciente a un grupo o sector evangélico llamado conservador. 


Estos sectores propagan otro evangelio que es bien acogido por grupos de la sociedad cada vez más grandes que añoran la iglesia estática, jerarquizada y les aterra los cambios que vive la sociedad. Este  evangelio de unos “tales Ibanes”(2) que añoran la carencia de reflexión teológica y donde se tiene que separar de las organizaciones a las personas que consideran una influencia negativa, y califican de liberales o progresistas que atacan la fe. Pues estos liberales creen que las mujeres pueden pastorear una iglesia, y  tal cosa es una aberración, un esnobismo de tiempos modernos, argumentan su postura con su interpretación única de las Sagradas Escrituras. Estos “tales Ibanes” de la fe que buscan eufemismos para reconocer el aporte de la mujer sin caer en el “pecado” de llamarla pastora, a fin de cuentas la gran mayoría de nuestras congregaciones están conformadas por mujeres. 


A pesar de la época en la que vivimos seguimos ante la existencia de un evangelio que anula a un tal Jesús y valida el evangelio de un “tal Iban”, este evangelio no aprecia la lectura de teólogas,  les parece una equivocación hablar de una Teología Latinoamericana, o usar palabras como  contextual, o hablar de lo social lo equiparan a ser socialista o comunista, por lo tanto sujeto al escrutinio público de la policía de la fe.


La producción teológica actual desde el sur no son documentos que quieran leer o compartir estas personas, tiene que venir el escrito desde el norte, y no por su dimensión geográfica, sino con su bendición doctrinal conservadora manifiesta. Bien se dice que “el peligro de los que leen poco son sus posturas exacerbadas con lo poco que leen”, son más consumistas del evangelio cultura, ese evangelio que fue traído por una denominación extranjera que parece congelada en el tiempo. 


Un evangelio altamente adulterado, no el de Jesús del cual René Padilla nos advertía deberíamos velar(3), el del mensaje cristológico y soteriológico que trae libertad a los cautivos, el del año agradable del Señor, el de la certeza en cuanto a su contenido de redención. El evangelio de un “tal pastor Iban” es  aquel que ante todo tiende a defender el evangelio del reino del líder caudillo, el evangelio del ungido como oráculo de dios que tiene la libertad de controlar a los hermanos de la grey o incluso como ocurrió en una de nuestras iglesias en Ecuador; desaparecer y matar(4) , que tienen potestad de dañar el testimonio de otros que piensan que el evangelio debe desprenderse de patrones culturales de dominación. 


Cómo el evangelio puede ser buena nueva cuando oprime el deseo y llamado de Dios de mujeres a servir en sus iglesias locales con su liderazgo y formación, y al parecer hay que agradecerles el asumir un liderazgo si no hay varones que lo hagan en la iglesia local, pero hay que llamarles a apartarse de ese liderazgo cuando llegue el líder varón.


Cómo el evangelio puede ser buena noticia cuando quienes dicen dar buenas nuevas están de acuerdo con penalizar con prisión a niñas y adolescentes que han abortado por distintas razones, de las cuáles no quieren escuchar (5).


El evangelio del “tal Iban”, y el de otros tantos es aquel que no acepta que el evangelio es el de un tal Jesús, y que este libera; mas ellos buscan aprisionar, castigar, deslegitimar, oprimir al libre pensador de la fe al cual catalogan como hereje. Consideran que un puesto o cargo dentro de una organización no es para servir, sino para aplastar a aquel que piensa, y no decimos a aquel que piensa diferente, le es molesto el hombre o mujer que piensa al cuestionar el evangelio cultura que se propaga (6).


No les interesa las verdaderas implicaciones de la definición de una palabra, la conceptualización desde la estudios de religión está contaminada de ciencia; para ellos lo que significa una palabra es lo que ellos dicen que es. Así la famosa  “ideología de género” es su caballo de batalla, aunque para ello se hayan tenido que convertir en ecuménicos  sin saberlo, a fin de cuentas parece que los medios si justifican los fines. 


No vale para estas personas mencionarles ni hablarles de historia y que la construcción de los términos  “ideología de género” fue acuñada por un respetable caballero(8)  que antes de llevar las riendas de la iglesia católica, fue  quien con el rango de prefecto dirigió la  Congregación de la doctrina de la Fe, es decir la institución que antes era conocida como la Inquisición diocesana en Verona (1184) y que después cambio nuevamente de nombre y alcance geográfico al ser llamada la Inquisición romana y universal, que en medio de tanta sangre de herejes fue nuevamente renombrada por el Papa de turno como Santo Oficio. Siendo en 1965 llamada Congregación de la doctrina de la Fe. 


Y que tiene que ver dirán, pues que el evangelio del “tal Iban” impulsa discursos de odio inquisidor heredado sin el mínimo conocimiento de donde surgieron las palabras, y en este sentido impulsa la cacería de los nuevos herejes desde discursos vacíos (ideología de género) que las ciencias sociales y la teología solo reconocen como un saco ideológico donde se coloca a todos los modernos herejes por igual. 


El evangelio de un “tal Iban” deja de lado las buenas nuevas, su énfasis es señalar al hereje, se posicionan contra la ciencia y el estudio, su interpretación literal justifica el ojo por ojo, y en plena época de pandemia respaldan la cantaleta de no vacunarse con sus interpretaciones.


El evangelio distorsionado de los “tales Ibanes”, es aquel que persigue a otros y otras colocando a todos en el mismo costal. El “feminismo” es otro de los grandes males a combatir, en sus comprensiones lo equiparan con el machismo, no distinguen posturas naturalizadas de opresión a una construcción social de reivindicación a lo largo de la historia,  suelen tener posturas muy machas; que le faltan pantalones le decía un “tal Iban” a un tal pastor por permitir que mujeres prediquen en la iglesia o por posicionarse en público a favor del nombramiento de pastoras dentro de una denominación. Que hay que levantar los ministerios de varones decía un hermano que no recuerdo el nombre, me parece que era un “tal Iban”, al decir que el nuevo ministerio sería para defender a los varones y al orden natural de la familia del feminismo y para que las esposas comprendan su rol en el hogar. 


El evangelio es don de Dios, un tesoro en una vasija que ha dejado de ser de barro y ahora parece ser de concreto, su fragilidad no es su material, es el peligro de anular, de ahogar el mensaje que dice contener. El evangelio de una “tal Iban” solo puede ser contrarrestado por la certeza  y la genuinidad del evangelio de Jesús,  aunque eso signifique que unos “tales Ibanes” nos tengan en la mira de su accionar.  
El evangelio no puede ser condicionado a la cultura y apreciaciones de verdad del intérprete, necesitamos caminar en el evangelio de un tal Jesús aunque eso implique persecución y señalamiento por parte de aquellos que dicen seguirle pero no abrazan su mensaje de paz, justicia y liberación.

Notas:

(1) El libro El evangelio, un tesoro en vasijas de barro, (2000), explica los condicionantes de la cultura como vasija que adultera el mensaje, su bagaje desde la antropología ayuda a comprender lo que Rene Padilla llama en algunos documentos como el evangelio cultura.  

(2) Un juego de palabras que alude directamente a los Talibanes y su reciente toma de poder en Afganistán, especialmente a su particular interpretación del Islam; el mundo evangélico suele solo identificar extremistas en otras religiones, no solemos mirar los extremismos dentro del cristianismo que en varios países se ha manifestado de manera violenta, de igual manera aunque el nombre “Iban” es de género masculino, intencionalmente escrito sin tilde y con b para no aludir al nombre Iván, en plural los “tales Ibanes” del mundo evangélico, con (e), por no dejarlo pasar  a manera de analogía, con las actuales discusiones del idioma en relación al género,  son hombres y mujeres capaces de mirar la paga en el ojo ajeno quedándose con interpretaciones reduccionistas o literales del texto bíblico.

(3) En los ensayos que se encuentran en el libro Misión Integral (1986), la ponencia III nos pregunta a manera de título ¿Qué es el evangelio?, el interés por su mensaje desde distintos enfoques es algo que la iglesia debe recuperar en los tiempos actuales, en otros escritos Padilla discute sobre el evangelio cultura, aquel que se acomoda o reduce su mensaje al de grupos autoreferenciados como guardianes de la fe, esto desde mi interpretación se debe al resurgir de grupos evangélicos cada vez más agresivos en la defensa de lo que ellos consideran es el evangelio. 

(4) Referencia al caso de la desaparición y muerte de Juliana Campoverde en Quito-Ecuador, donde el pastor de jóvenes Jonathan Carrillo fue sentenciado por la desaparición y muerte. Las medidas de reparación han sido incumplidas por la denominación de la iglesia Oasis de Esperanza, negándose al cierre de la iglesia administrada por la familia Carrillo. 

(5) El señalamiento no es un posicionamiento de las posturas a favor o en contra del aborto, es un posicionamiento hacia y con la persona niña o adolescente que quedó embarazada sin su consentimiento y ha tenido que padecer una situación límite en su vida. 

(6) El evangelio cultura es un término acuñado por Rene Padilla en el libro Misión Integral, lamentablemente no hay una profundización del término en las ponencias de este libro pero se puede desentrañar sus implicaciones con otros escritos de este autor.

(7) El ecumenismo en décadas anteriores era el discurso a atacar en defensa de la sana doctrina, es decir el no converger con otras confesiones o religiones dentro del cristianismo. El discurso se mantiene, pero en menor escala, las tendencias conservadoras de las religiones y confesiones cristianas se unen en frentes comunes para defender sus nociones de familia.

(8) Fue el papa Joseph Aloisius Ratzinger que en sus escritos empezó a hablar de la idea de las implicaciones de la “ideología de género”, siendo ante todo un discurso para unir a la iglesia católica contra los males del mundo moderno.    

Sobre el autor:

Ronald Rivadeneira es Licenciado en Antropología Aplicada, Magister en Estudios Sociales con mención en Sociología, Magister es Estudios Teológicos. Es pastor Bautista desde hace 25 años, ex Decano del Seminario Bautista del Ecuador Facultad Quito. Director de Educación Teológica de la Asociación Bautista de Pichincha.

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