El Día de Difuntos en mi país, Ecuador, es una festividad de raigambre indígena que va de la mano de la tradicional colada morada y la guagua de pan, una colada dulce de harina de maíz negro y varios frutos rojos, y otras frutas cítricas, que tiene un conjunto de hierbas (ishpingo, hierba luisa, cedrón, arrayán y hoja de naranja) que le dan un sabor inigualable. Este potaje se disfruta con pan con la forma de una persona. Este sincretismo cultural, que en un evento de la denominación hace algunos años atrás provocó el ser llamado “pagano” por haberla distribuido a manera de refrigerio al finalizar una reunión.
Habiendo ya pasado la celebración de finados, la conmemoración de la Reforma y disfrutado una incontable cantidad de tazas de colada morada, resuenan en mi cabeza algunos dichos emitidos en la reunión anual de la denominación de este año, que siempre tiene lugar en estas icónicas fechas. Y a propósito del contexto por las elecciones norteamericanas y la reapertura de los templos en época de pandemia, aquí un ramillete de cuatro dichos a manera de hierbas de mal sabor que se suelen colar en la receta de lo que algunos quieren llamar como evangélicos:
“…La Reforma Protestante es para alegrar a los luteranos y para hacer llorar a los católicos; a nosotros los bautistas no nos interesa…”
“…esos pastores y seminarios que andan enseñando sobre el feminismo, debemos hablar de sana doctrina…”
“…los cristianos verdaderos solo pueden ser republicanos y votar por Trump, él está en contra del aborto, del matrimonio igualitario y contra los GLBT; aunque no seamos de derecha completamente, debemos estar con él…”
“…si las personas tienen que ir al trabajo, a la tienda, abra la iglesia para que las personas asistan…”
Hierba uno
En las reuniones administrativas bautistas, desde nuestra eclesiología congregacional valoramos profundamente el diálogo, creemos en la exposición, no en la imposición. Sin embargo, siempre hay una añoranza de varios hermanos al denominacionalismo de dominación de otras vertientes, donde lo que se quiere que otros crean, piensen y hablen es lo que se impone. Desde este liderazgo impuesto, que exige sujeción, pide castigo a las formas de pensamiento sin acercarse al presunto infractor, donde persisten los preceptos que invalidan la educación teológica, cuestionando o minimizando a quien habla desde este locus de enunciación(1), sosteniendo que hacer teología no es pastoral, la pregunta es: ¿Cuándo sacamos a la teología de la labor pastoral?
“…La Reforma Protestante es para alegrar a los luteranos y para hacer llorar a los católicos; a nosotros los bautistas no nos interesa…”
Es lamentable ver y escuchar cómo se va en contra de cualquier persona que haya estudiado u obtenido un grado académico en teología, bajo la tesis de que “Dios decide a quién llama”, rebatida fácilmente con la antítesis simple: “si Dios llama a alguien, tal persona debe prepararse para servir mejor”.
Estudiemos o leamos desde una mirada crítica los enunciados iniciales como hierbas de un ramillete, ya que reflejan una forma de pensar dentro de la iglesia que es necesario abordar hoy desde este breve escrito. Ojalá fueran invención; sin embargo, son dichos emitidos en reuniones formales de la denominación o escritos en páginas de redes sociales que se atribuyen ser la voz de los evangélicos o protestantes.
El primer enunciado, emitido con auto-referenciada autoridad e imposición irrebatible como cierre de las intervenciones en una reunión de asamblea de pastores bautistas, no cuestiona el derecho que tienen los luteranos de conmemorar con alegría una fecha históricamente representativa (31 de octubre), que dicho sea de paso debería ser recordada por todas las vertientes de la cristiandad, recordando que el evento de la Reforma es la consolidación de un proceso de cambio que se gestaba siglos atrás de 1517. La Reforma Protestante debería ser una fecha simbólicamente significativa para todas las denominaciones que abrazan “las solas”(2) pregonadas en la Reforma.
El enunciado cuestiona, desde una visión sectaria de iglesia dividida, no universal(3), que una denominación no histórica como la bautista haga mención o eventos para recordar la Reforma Protestante. Qué bueno que hubo un par de eventos y una que otra mención; qué bueno que hubo prédicas en iglesias locales, no solo recordando la Reforma sino también las reformas. Qué lamentable saber que se busca desde un enunciado un sectarismo denominacional donde no podemos alegrarnos con los luteranos por una fecha significativa.
El enunciado exterioriza la idea no superada de que los enemigos confesionales son los católicos que “lloran” como iglesia. Se enfatiza la idea de que como bautistas no tenemos relación con la Reforma, desconociendo el peregrinar de grupos radicales, anabaptistas y separatistas que confluyeron en la primera iglesia bautista en los Países Bajos.
Todas las denominaciones e iglesias que se aprecien de ser históricas, evangélicas o pentecostales deberían mirar a la Reforma Protestante más allá del hito de la historia del mundo occidental, mirar desde las repercusiones sociales, políticas, culturales y espirituales que permitieron la libertad de cultos y el laicismo que cimienta los Estados modernos.

Trazos y rostros de la fe: 30 destellos de espiritualidad cristiana
Trazos y rostros de la fe de Harold Segura es un viaje visual y espiritual por la historia del cristianismo a través de treinta figuras que marcaron la vida de la fe desde los primeros siglos hasta el siglo XX. Inspirado en el arte xilográfico de Kreg Yingst, el libro combina biografías breves, citas representativas, textos bíblicos y preguntas de aplicación personal que invitan a la reflexión. Es una obra ideal tanto para la lectura individual como para el diálogo en comunidad, ofreciendo una mirada amplia y ecuménica a los distintos rostros de la espiritualidad cristiana.
Hierba dos
Una hierba más en los enunciados que uno lee y escucha. El segundo enunciado fue vertido como respuesta a una intervención que desarrollaba, a manera de taller, sobre la Misión, donde hablé de una iglesia diversa, plural y solidaria. Tales enunciados pueden tener implícitas algunas ideas y postulados que deberían ser mínimamente comprendidos y leídos antes de ser atacados. Una joven profesional enunció, a manera de cierre con desazón hacia las palabras “diversidad” y “plural”, y entre una gran cantidad de cosas pude extraer una frecuente acusación que se me hace.
“…esos pastores y seminarios que andan enseñando sobre el feminismo, debemos hablar de sana doctrina en nuestras reuniones…”
Expresión que surgió de manera inesperada, completamente fuera del tema de exposición, sino aprovechando la oportunidad para hacer señalamientos personales. La animadversión al feminismo como línea de pensamiento en varias de nuestras iglesias es esencialmente producto de la ignorancia. Hay mucho que decir sobre el tema sin entrar en las denominadas olas del feminismo; solo vale decir que gracias a posturas y luchas feministas las iglesias han logrado mayor equidad, que gracias a esas posturas la joven evangélica que emitió el enunciado pudo estudiar, votar y hasta hablar en una reunión tradicionalmente marcada por participaciones de hombres. Que gracias al feminismo, hoy una mujer negra bautista es vicepresidenta de los Estados Unidos.
Indudablemente el feminismo como categoría de estudio, con sus últimas olas(4) en relación a alcances y progresiones, puede ser abrazado con más o menos fuerza por la iglesia. Sin embargo, el feminismo, como estructura de pensamiento, revitalizó la teología, por lo que satanizarlo, y más aún desde una joven mujer, es un anacronismo fruto de la ignorancia del tema.
Vale mencionar en esta hierba, a manera de una rama adicional, cómo un pastor evangélico —al cual respeto— decía que el feminismo es la contraparte del machismo, esto al presentar un libro de su autoría en una radio emisora evangélica que suelo escuchar. Tal vez esta postura ha contribuido a la animadversión de la palabra “feminismo” en el mundo evangélico que comparte estas hierbas.
Aclaro que el machismo debe ser comprendido como práctica naturalizada de superioridad de los hombres estereotipados como “machos” en los roles de género en la sociedad. Son conductas, dichos y hechos que denigran a la mujer; mientras que el feminismo es una construcción teórica social que busca desmontar conductas y prácticas sociales designadas a roles de género que privilegian al hombre en estructuras denominadas patriarcales(5). Surge desde lo contestatario, en sororidad(6), se eleva a lo teórico y es, ante todo, praxis para generar relaciones de equidad entre hombres y mujeres.
Hierba tres
El tercer enunciado, emitido en el contexto de las elecciones norteamericanas, no fue desde la oralidad; fue un escrito a manera de posteo en una página de aquellas que defienden la fe atacando a los que no comulgan con sus preceptos.
“…los cristianos verdaderos solo pueden ser republicanos y votar por Trump, él está en contra del aborto, del matrimonio igualitario y contra los GLBT; no como los socialistas que defienden estas cosas, aunque no seamos de derecha completamente, debemos estar con Trump…”
Este enunciado parafraseado evidencia un profundo desconocimiento de lo que se define como izquierda o derecha en los aspectos políticos e ideológicos(7). Escrito desde el contexto de las elecciones de los Estados Unidos, usaba la fe para identificar a los verdaderos cristianos como votantes de Trump. La página estaba dedicada a la apologética, desde la comprensión de que hay que defender la fe de los socialistas y comunistas que promueven el aborto, el matrimonio igualitario y los GLBT.
Me recordó otra hierba cuando, en una reunión de pastores bautistas, se me acusó de ser socialista. El problema no era tanto la acusación, sino lo que para esa persona significaba el serlo. Sin entrar en detalle, es claro que existe una ignorancia santa que permite mezclar y satanizar temas. La izquierda, ideológicamente hablando, tiene otros enunciados como centrales, no los que se colocan, que bien también son compartidos por sectores de derecha. La izquierda, como postulados no identificados en el posteo, tiene enunciados como la justicia social, la equidad y la intervención del Estado para beneficiar a las mayorías. Desde la fe, va más de la mano con la defensa al extranjero, a la viuda y al huérfano; esto, por cierto, está en la Biblia y no en algún libro, escrito o manifiesto de un viejo socialista.

95 tesis para la nueva generación
95 Tesis para la nueva generación, de Lucas Magnin, es un manifiesto provocador que invita a redescubrir el espíritu de la Reforma desde los desafíos del siglo XXI. A la sombra de Lutero, el autor propone una espiritualidad crítica, encarnada y consciente de su contexto, capaz de repensar la fe frente a la cultura contemporánea. Con lenguaje ágil y profundo, Magnin dialoga con la tradición protestante y la pone en tensión con las búsquedas actuales de sentido. Una lectura necesaria para quienes anhelan una nueva reforma del corazón y de la Iglesia.
Hierba cuatro
El enunciado final fue un posteo sin intencionalidad ni direccionamiento en una red social. Sin embargo, recuerdo el enunciado en el seno de otra reunión de pastores, al llamar valientes en la fe a aquellos pastores que abrieron sus templos, lo que, por simple reflexión, a los pastores que tienen templos en actividades virtuales los convierte en cobardes. Buena manera de animar a la pastoral.
“…si las personas tienen que ir al trabajo, a la tienda, abra la iglesia para que las personas asistan…”
En las condiciones de pandemia es necesario recordar nuestra responsabilidad en la pastoral integral. Qué bueno por los templos que reabrieron, qué bueno por las comunidades que decidieron hacerlo asumiendo los retos de la nueva normalidad, pero también qué bueno por aquellos templos que, en una decisión de comunidad, deciden congregarse desde la virtualidad. Ir al templo a congregarnos no puede ser comparado con ir al trabajo a realizar funciones dignas que son retribuidas con un salario, ni con una salida a comprar víveres.
Olvidamos el sentido de iglesia y de comunidad más allá de las paredes del templo. El crear relaciones solidarias, de armonía y paz en la época moderna puede ser posible desde la virtualidad en distintos grupos de edad; orar desde la convicción de que estamos en la presencia de Dios donde nos encontramos; ser exhortado por la palabra más allá de la presencia o no del predicador en un espacio común. Llegará el tiempo de los encuentros presenciales en los templos; que la libertad cristiana esté en la decisión comunitaria que toma en cuenta a grupos de edad, formas de las familias y la seguridad de los creyentes.
A manera de cierre
Los cuatro pronunciamientos, lamentablemente, solo son parte de la punta de un iceberg en el mundo auto-referenciado de lo que para algunos es ser evangélico. Expuestos desde la necesidad que a veces viene de responder y tratar de educar. Me quedo con la colada morada y sus hierbas, cada una de ellas en su justa medida necesaria para darle sabor.
Desecho las hierbas a manera de dichos de la preparación que quieren hacer de la receta de cómo ser evangélico como única. Respeto la diversidad de recetas de coladas moradas, he probado muchas en el mundo andino, y de un sector geográfico a otro suelen cambiar. No respeto para nada las hierbas de la intolerancia que se cuelan en el cedazo de la ignorancia.
El ignorar algo y hablar no es el problema; es creer que lo poco que se sabe es todo lo que se debe saber sobre un tema, invalidando lo que otros saben. Debemos seguir los caminos de las reformas, contestatarios cual Lutero, pero con una taza de colada morada(8).
Notas
1. El locus o lugar de enunciación desde una mirada poscolonial, asume posturas críticas y eso se logra desde la educación forma o no formal.
2. Las “Solas” son enunciados teológicos que resumen la esencia misma de la Reforma Protestante. Son cinco que si bien como mencionan algunos detractores no son surgidas de la iglesia primitiva, se las puede entender como compendio de la revelación de la palabra de Dios (SOLA SCRIPTURA, SOLUS CHRISTUS, SOLA GRATIA, SOLA FIDE, SOLI DEO GLORIA).
3. La iglesia universal, conocida como iglesia visible e invisible trasciende el denominacionalismo y se afianza en el Kerigma, la Asamblea de creyentes de toda la época que creen en Cristo como Redentor.
4. Las olas del feminismo son progresiones diacrónicas y de alcances en la búsqueda de derechos.
5. Categoría teórica que privilegia roles y estatus solo a hombres.
6. La sororidad es definida como la unidad o hermandad entre mujeres en defensa de posturas sociales reivindicativas.
7. Me defino como creyente cristiano, humanista y de izquierda.
8. Puede ser café, té, mate o cualquier bebida fría o caliente desde un ethos cultural que nos hable de la heterogeneidad de lo que es ser evangélico en la actualidad, sin recetas ni anacronismos intolerantes, sin moldes, buscando el único camino a seguir en comunidad.

