La misión cristiana en el mundo moderno es uno de esos libros que, a pesar del paso de las décadas, sigue dialogando con las preguntas más profundas de la iglesia contemporánea. Publicado originalmente en 1975, el texto de John Stott nació en un contexto atravesado por tensiones: evangelización versus acción social, palabra versus justicia, salvación individual versus transformación comunitaria. Allí donde el debate parecía condenar a la iglesia a elegir bandos, Stott propuso un camino más fiel al Evangelio: la misión como un todo indivisible.

La misión cristiana en el mundo
La misión cristiana en el mundo moderno, de John Stott y Christopher J. H. Wright, replantea la misión como una tarea integral que une anuncio, servicio y discernimiento frente a los desafíos del presente. A través de conceptos como evangelización, diálogo y salvación, los autores ofrecen una visión bíblica y profundamente práctica que evita reduccionismos. Es una obra que ayuda a las iglesias y a quienes sirven en ellas a comprender qué significa participar hoy en la obra reconciliadora de Dios.
En sus páginas, Stott revisa cinco conceptos fundamentales —misión, evangelización, diálogo, salvación y conversión— y los depura de reduccionismos que empobrecen el testimonio cristiano. Su planteamiento es sencillo y, al mismo tiempo, profundamente contracultural: la iglesia no escoge entre anunciar a Cristo o servir al prójimo; hace ambas cosas porque ambas brotan del carácter mismo de Dios. La misión, entonces, no es un proyecto eclesial sino una participación en la acción redentora del Dios que envía, busca y restaura. Esta convicción, lejos de debilitar la evangelización, la sitúa en su lugar más saludable: como proclamación viva, humilde y encarnada.
La edición revisada por Christopher J. H. Wright amplía el horizonte de Stott y lo conecta con el siglo XXI. Wright observa cómo el mapa global del cristianismo ha cambiado —crecimiento en el Sur global, nuevos desafíos de justicia, migraciones, pluralismo religioso— y muestra que la visión de Stott no solo resiste el paso del tiempo, sino que ofrece una plataforma sólida para pensar la misión hoy. Su aportación es especialmente valiosa para quienes trabajan en contextos latinoamericanos, donde la fe cristiana convive con desigualdades profundas, violencia estructural y búsquedas espirituales múltiples. Wright no suaviza el desafío: llama a una misión que escuche, discierna y sirva con lucidez bíblica y sensibilidad cultural.
El libro destaca también por su equilibrio espiritual. No es un tratado técnico de misiología ni un manual activista; es un texto pastoral, profundamente arraigado en la Escritura, que llama a las iglesias a revisar sus prioridades y a los creyentes a examinar la coherencia entre su fe y su participación en la vida pública. Stott insiste en que la misión necesita humildad, integridad y dependencia del Espíritu: no basta con métodos o estrategias; la misión nace de una iglesia transformada que vive aquello que anuncia.
¿Por qué leerlo?
Porque pocas obras logran articular con tanta claridad y convicción una visión amplia, bíblica y profundamente humana de la misión cristiana. Porque ayuda a desmantelar dualismos que todavía frenan a muchas comunidades. Porque ofrece claves para pensar la fe en medio de los desafíos contemporáneos sin diluir su esencia. Y porque, en tiempos de agotamiento, polarización y desencanto, recuerda que la misión no es una tarea pesada ni una estrategia eclesial, sino una invitación a participar en la obra reconciliadora de Dios en el mundo.
Una lectura que acompaña, desafía y refresca. Especialmente valiosa para quienes sirven en iglesias, lideran comunidades, trabajan por la justicia o buscan comprender qué significa seguir a Jesús en el mundo actual.

