COP 30, fe y cuidado de la creación: una guía esencial (para dummies)

Este noviembre de 2025, Belém —en el corazón de la Amazonía— se convierte en el epicentro del planeta. Allí se celebra la COP 30, la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Pero, más allá de las cifras, los discursos y las negociaciones, esta cita global plantea una pregunta profundamente espiritual: ¿qué tiene que ver la fe con el clima?

La respuesta está en nuestra comprensión del mundo como creación, no como recurso. Cuidar la Tierra no es una opción “verde”, sino un acto de fe. La Biblia, la teología y la acción social convergen hoy en un llamado urgente: cuidar la casa común.

Portada del libro

Las Buenas Nuevas de la Creación

En Las Buenas Nuevas de la Creación, Juan Stam se adelanta a su tiempo al ofrecer una profunda reflexión teológica sobre la creación desde una perspectiva bíblica comprometida con la justicia, la paz y la dignidad de toda vida. Basado en dos conferencias dictadas en 1992, el libro plantea una visión integral que vincula fe, ecología y responsabilidad cristiana, revelando la vigencia y urgencia de una teología que celebre y cuide la creación de Dios.

¿Por qué la COP 30 importa para la fe?

La COP 30 reúne a líderes y pueblos para decidir cómo enfrentamos la crisis climática, una de las mayores amenazas a la vida. Y la fe cristiana no puede permanecer al margen.

Dios puso al ser humano como mayordomo, no como depredador. La creación fue llamada “buena” (Génesis 1), y su cuidado es parte de nuestra vocación. Por eso, el cambio climático no es solo una crisis ambiental: es una crisis espiritual y moral que exige una respuesta desde la fe.

ODS 13, Laudato Si’ y Teología de la Creación: un mismo llamado

a) El ODS 13: Acción por el clima

Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el ODS 13 nos invita a “tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”. Su espíritu es profundamente ético: exige justicia intergeneracional y solidaridad global. La acción climática se vuelve un acto de amor al prójimo y de obediencia al mandato divino de cuidar la vida.

b) Teología de la Creación

La Biblia proclama que toda la creación pertenece a Dios (Salmo 24:1) y que el ser humano está llamado a cultivarla y guardarla (Génesis 2:15). La teología de la creación nos recuerda que el mundo no es un “objeto” a explotar, sino una comunidad viva donde Dios habita.

Juan Stam, en su libro Las buenas nuevas de la creación, explica que la Biblia no solo habla del comienzo del mundo, sino de su redención: la creación también aguarda su liberación (Romanos 8:19-22).

El brasileño Leonardo Boff añade que no hay justicia social sin justicia ecológica: “El grito de la Tierra es el mismo grito de los pobres” (Ecología: grito de la Tierra, grito de los pobres).

Por su parte, la teóloga brasileña Ivone Gebara ha propuesto una lectura ecofeminista: “El cuidado de la Tierra y el cuidado de la vida no pueden separarse” (Teología feminista). Su voz resalta que las mujeres y las comunidades más vulnerables son también las más afectadas por la crisis climática.

c) Laudato Si’ y la ecología integral

El papa Francisco, en su encíclica Laudato Si’ (2015), invita a una “conversión ecológica” personal y comunitaria. Habla de “ecología integral”: todo está conectado. La economía, la política, la cultura y la espiritualidad forman una red inseparable.

Cuidar la creación es cuidar de los pobres; destruirla es herir a Dios y a la vida misma. Laudato Si’ se convirtió en el documento más influyente de la Iglesia moderna sobre cambio climático y ética planetaria.

Tres claves para vivir la COP 30 desde la fe

  1. Escucha. La creación tiene voz. Los bosques gemidos, los ríos secos, las familias desplazadas por sequías o inundaciones hablan de una realidad que clama justicia.
  2. Conversión. Necesitamos una espiritualidad de sencillez, sobriedad y solidaridad. La crisis climática no se resuelve solo con tecnología, sino con corazones renovados.
  3. Compromiso. Las iglesias pueden sumarse a iniciativas de educación ambiental, reforestación, transición energética y acompañamiento a poblaciones vulnerables.

Cada acción, por pequeña que parezca, es una forma de adoración y gratitud al Creador.

Bibliografía recomendada (en español)

La COP 30 no es solo una cita política: es una oportunidad espiritual. Una ocasión para que la iglesia renueve su compromiso con el planeta y con los pobres.

Si la fe cristiana cree en la resurrección, también debe creer en la posibilidad de una tierra nueva y unos cielos nuevos. Este es el tiempo para sembrar esa esperanza con nuestras palabras y nuestras manos.

¿Tienes algo que decir?

Acerca de:

Suscríbete y mantente informado

Suscríbete y recibe nuevas reflexiones que ponen en diálogo la fe, el cristianismo y la misión.

Unete a nuestros canales

Te puede interesar