«Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.» Gálatas 3. 28 (RV1960).
El Evangelio del Reino de Dios implica un acercamiento crítico al lugar de la mujer en la sociedad humana. Aun en la actualidad, en escenarios seculares como religiosos-eclesiástico, la mujer continúa siendo víctima de la subordinación y estigmatización cultural. A la altura del siglo 21, continúa la exclusión de la mujer para ocupar espacios de liderazgo eclesiástico en contextos denominacionales y comunidades religiosas. Al igual que en el contexto de Jesús y de la cultura greco-romana, hoy se pretende perpetuar y violentar la dignidad humana de la mujer mediante dogmatismos religiosos opresivos y procedimientos legislativos éticamente absurdos y culturalmente prejuiciados.
En Jesús encontramos de manera coherente una afirmación de la dignidad y del lugar de la mujer en la historia humana. Ejemplificado, entre otras, en su reconocimiento de la ofrenda de la viuda pobre y en su defensa de la mujer hallada en adulterio. Estas, junto a otras instancias en los Evangelios, ejemplifican la postura liberadora de Jesús con relación a la mujer. Claramente, sus actuaciones constituían una posición contra cultura de parte de Jesús. Su mensaje y su praxis implicaban una deconstrucción de una religiosidad dogmática y opresiva, qué particularmente disminuía la mujer como agente importante del devenir histórico.
Hoy, el mensaje y la praxis de Jesús representan un desafío para la comunidad eclesiástica, que debe asumir la responsabilidad de reivindicar los derechos humanos, especialmente en lo que respecta al lugar de la mujer, tanto en la sociedad secular como en la iglesia. No se trata solo de que las mujeres puedan contribuir, sino que ya han contribuido, siguen contribuyendo y pueden continuar haciéndolo de manera decisiva en la construcción de un mundo más justo y mejor. Es inaceptable que aún se perpetúen prácticas excluyentes y arbitrarias que limitan las valiosas aportaciones de las mujeres. Recuperar el mensaje de Jesús sobre la mujer podría ser un antídoto eficaz frente a los tiempos erráticos y depredadores que estamos viviendo.
Sobre el autor:
El Dr. Luis G. Collazo, PhD, es un destacado teólogo y educador con títulos de la Universidad de Puerto Rico, Seminario Evangélico de Puerto Rico, y McCormick Theological Seminary. Ha sido profesor de ética y religión en la Universidad Interamericana de Puerto Rico y ha publicado numerosos libros de ensayos y poesía. Activista por la paz y los derechos humanos, ha recibido varios premios literarios y participa en diversas organizaciones internacionales. Actualmente, es pastor endosado de las Iglesias Bautistas de Puerto Rico.
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