Dios de gracia | Por Israel Gamboa - El Blog de Bernabé

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jueves, 2 de noviembre de 2023

Dios de gracia | Por Israel Gamboa




 En toda nuestra vida cristiana hemos hecho ciertos tipos de preguntas acerca de Dios, algunas tienen respuesta, otras no. Pero es interesante considerar la pregunta que ha causado controversia a través de los años y de personas, es el gran dilema de la iglesia, ¿Dios sabía que la humanidad pecaría? Hemos hecho esta pregunta en algún momento en nuestra vida cristiana y sigue sin haber respuesta que nos satisfaga, porque llegamos a considerar ciertos aspectos de Dios y del ser humano, por ejemplo, la soberanía de Dios y la libertad del ser humano; el conocimiento de todas las cosas por Dios y el respeto de él por nuestras decisiones (que muchas veces no consideramos las consecuencias); y un sinfín de cuestiones que entran en este tema.

Podemos considerar otra pregunta que reemplace la primera y que nos ayudará a profundizar en una respuesta un poco más convincente, “Si Dios sabía que la humanidad pecaría, ¿Por qué aun así nos creó? Hay una palabra que conocemos, se llama “Gracia”, sabemos que “…La idea básica es la de dar gratuitamente. Se tiene en mente no sólo esta cualidad en Dios, sino su realización en la cruz (Gá. 2:21)” (Kittel, Gerhard. 2002. pág. 1029). Efesios 2:8, nos dice, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. Entendemos que solamente la gracia de Dios nos puede salvar de la condenación y es solamente su gracia.

Por la pregunta anterior, vamos a considerar dos cosas que nos ayudarán a entender más a profundidad la gracia de Dios, la “Gracia de la Creación” y la “Gracia Salvadora:

Gracia de la Creación

Preguntábamos, “Si Dios sabía que la humanidad pecaría, ¿Por qué aun así nos creó?” Dios sabía que la humanidad pecaría, uno de sus atributos es el conocimiento de todas las cosas, entonces, podemos pensar que Dios pudo haber evitado toda la catástrofe del pecado simplemente con el hecho de no habernos creado, pero aun así nos dio vida, conociendo las consecuencias del pecado en el mundo. A esto le podemos llamar “la gracia de la creación”, darnos vida sabiendo que pecaríamos. Por ejemplo, a una pareja se le dice que pueden tener un hijo, pero que ese hijo va a ser un asesino, violador, lleno de maldad, que odia a la humanidad, que los va a asesinar cuando menos se lo esperen. Lo más probable es que esa pareja al saber toda esa información preferirían no tenerlo. Esta pequeña comparación es la que podemos hacer con el dilema de que Dios sabía que el ser humano pecaría.

Otro ejemplo bíblico es el de la famosa parábola del “hijo pródigo”, o como otros dirían “la familia pródiga” (Lc. 15:11-32). En resumen, vemos cómo el hijo menor menosprecia al padre pidiéndole la herencia en vida, por otro lado vemos al padre rogando al hijo mayor para que entrara a la fiesta de su hermano perdido, podemos entender que el amor del padre supera los malos tratos de los hijos. Así mismo, el amor de Dios, no toma en cuenta nuestra desobediencia para hacer las cosas.

Tenemos que entender varias cosas sobre la gracia de la creación, primeramente, el ser humano está hecho a la imagen de Dios, aunque somos parte de toda una creación, tenemos atributos morales de Dios que solamente nosotros como seres humanos tenemos. En segundo lugar, Dios es más fuerte que el pecado, pareciera que el hecho de que el ser humano pecó (y lo sigue haciendo) es algo que escapa de las manos de Dios, sabemos que no es cierto. En tercer lugar, tenía preparada desde antes de la fundación del mundo la salvación y la restauración de “todas las cosas”, esa es gracia.

Gracia Salvadora

Otro aspecto que es importante considerar es que Dios nos ama a pesar de nuestros pecados. Jesús contó una parábola a Simón el fariseo sobre el perdón y el agradecimiento (Lc. 7:36-50), Simón no sentía la necesidad de agradecer nada porque no se consideraba deudor, pero a diferencia de este fariseo, la mujer no deja de agradecer a Jesús lo que había hecho por ella momentos antes de presentarse ante él en la comida con este fariseo.

El punto es, ¿podemos conocer la bondad sin la maldad? Podemos considerar esta pregunta para poder entender lo que Dios hizo por nosotros (aclarando que es una consideración solamente). Cuando Dios terminó su creación, dice la biblia que todo “…era bueno en gran manera” (Gén. 1:31), sabemos que no había pecado dentro de su creación, pero, nosotros cómo sabemos lo que era bueno si solamente había bondad en su creación. Los escritores bíblicos toman su contexto de bondad en base al pecado que hay en el mundo, como una persona rica puede decir que es rica en un contexto de pobreza, así también una persona alta de estatura puede decir que es alta en un contexto de personas bajas de estatura, tiene que haber un punto de comparación. La gracia de Dios se manifiesta cuando estamos muertos en nuestros delitos y pecados. Agradecemos grandemente un vaso con agua cuando estamos pasando por una sed que seca la boca y debilita el cuerpo, de esta manera, la gracia de Dios llega en momentos de debilidad, no tenemos esperanza, solamente esperamos a morir a causa de nuestro pecado, no hay nada que pueda rescatarnos, en ese momento se presenta la gracia, el regalo de Dios para nosotros, no lo merecemos.

Entendemos que cuando estemos en el Reino de Dios en la recreación de todas las cosas, no habrá pecado ni maldad, ¿por qué lo decimos así? A causa del pecado que hay en el mundo. Esperamos con ansias conocer esa vida perfecta sin maldad, pero es porque ya conocemos esta vida llena de maldad.
La gracia de Dios llena de manera completa nuestro ser, muchas veces no valoramos esa gracia y la convertimos en una “gracia barata”, en estos momentos que podemos profundizar un poco más y conocer lo que significa la verdadera gracia de Dios salvadora y creadora, que ha sido desde el principio de los tiempos y hasta la eternidad, que nos ha llenado desde el día que nacemos hasta hoy, tenemos que vivir una vida de agradecimiento a Dios, dedicar nuestra vida a aquel cuya gracia es más grande de lo que pudiéramos imaginar, que sobrepasa nuestra comprensión y no podemos entender la plenitud de su gracia.

Sobre el autor:
Israel Gamboa es mexicano. Licenciado en Pedagogía y estudiante de maestría en Estudios Teológicos en Palmer University. Profesor del Seminario Teológico Bautista Dios con Nosotros en Baja California, México, y Pastor.

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