Acerca de los que tienen su llanto como único alimento | Por Ignacio Simal Camps
«Mi llanto es mi alimento día y noche mientras no dejan de preguntarme: “¿Dónde está tu Dios?”.» SALMOS 42:4 BTI Pienso en las personas empobrecidas, sin apenas un trozo de pan que llevar a su propia boca y a la de sus hijos e hijas. Pienso especialmente en aquellas que confiesan a Jesús de Nazaret, […]