¿Por qué un CLADE V en el 2012? | Por Víctor Rey - El Blog de Bernabé

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lunes, 9 de julio de 2012

¿Por qué un CLADE V en el 2012? | Por Víctor Rey

La Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) ha convocado para julio del 2012 a la realización del V Congreso Latinoamericano de Evangelización CLADE V bajo el lema: “Siguiendo a Jesucristo en su reino de Vida ¡Guíanos Santo Espíritu! En San José, Costa Rica. La elección de esta fecha para este congreso es una modesta señal de la voluntad evangélica de identificarnos con el pueblo de Dios y la sociedad latinoamericana y caribeña en su sufrimiento en estas horas difíciles y con las iglesias que luchan por ser fiel al evangelio del Reino en medio de las dificultades. Lo que podemos hacer es afirmar, sin temor a equivocarnos, es que CLADE V indudablemente marcará un “hito” en la historia de la Iglesia en América Latina.

Hay por lo menos tres asuntos respecto de los cuales los Clades se han preocupado desde 1969, cuando en Bogotá, Colombia se realizó el primer CLADE hasta hoy:
1.- La unidad de la Iglesia
2.- La Misión Integral
3.- El sacerdocio Universal de todos los creyentes.
No debemos olvidar que la FTL es fruto del primer CLADE y que la vida y misión de la FTL están íntimamente unidas. Y también entender para que nació la FTL y cual es su propósito: “Somos un movimiento evangélico, que desde la década de los 70 promueve espacios de reflexión teológica contextualizada en América Latina. Nuestros encuentros de fraternidad y de diálogo comunitario con la Palabra están marcados por la diversidad del pueblo evangélico y por el compromiso con el Reino de Dios y su expresión en la vida y misión de a iglesia latinoamericana.”

Es bueno también recordar hoy cual es la visión y misión de la FTL, para orientarnos en esta caminata:

Visión:

“Anhelamos una iglesia latinoamericana trasformada po la Palabra y que por el Espíritu fermente todas las áreas de la vida de nuestros pueblos como agente del Reino de Dios y su justicia.”

Misión:

“La FTL, como parte de la iglesia, fomenta espacios fraternos de diálogo y reflexión bíblico-teológica desde América Latina.”

LA REFLEXIÓN QUE TENEMOS POR DELANTE

Esta encuentro será la culminación de un proceso que lleva ya un año de preparación. Lo que queremos aportar en este CLADE V es justamente, la constante revisión que las iglesias evangélicas deben hacer de su misión en su fidelidad a Dios y su Palabra.

Si algo muestra la necesidad de hacer un CLADE V, es que las iglesias evangélicas, tiene la necesidad y la responsabilidad de pensar su fe en relación a las demandas que cada día nos presenta la realidad América Latina y el Caribe caminando ya en un nuevo milenio. También esta es una muestra de sacrificio de muchos de nosotros que haremos esfuerzo, desafiando innumerables dificultades y problemas para asistir a un evento que exige una seria preparación teológica.

Queremos que el CLADE V sea un evento de hermenéutica comunitaria, un intercambio de ideas y experiencias, un encuentro en que todos los participantes hagamos un aporte la reflexión desde su propia perspectiva.

Tendremos en esos días una ardua agenda de reflexión teológica, que la combinaremos con tiempo de adoración y compromiso. Queremos juntos caminar al encuentro de la voluntad de Dios, que se manifiesta en fidelidad al evangelio del reino y a la misión que hoy debe encarnar la Iglesia.

EJES PARA LA REFLEXIÓN

La reflexión que tenemos por delante es acerca de la misión de la Iglesia, de cómo podemos ser fieles al llamado que nos ha hecho Dios en el contexto actual. Por esta razón queremos compartir algunas marcas sobresalientes, las reseñamos con el propósito de que nos sirvan de orientación en estos días de trabajo, de comunión y de adoración:

1.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia no puede llevarse a cabo significativamente sino en relación de compromiso con la misma Iglesia. No sólo en el sentido general sino también específico. Es decir, el compromiso concreto con aquellas comunidades eclesiales que luchan por vivir la vida en Cristo y ser fieles a su mensaje. Este compromiso es también con la comunidad organizada, es decir con la Iglesia institucional. En uno y otro caso el compromiso tiene una doble vertiente: identificación y crítica. La crítica adquiere su peso porque es crítica comprometida.

2.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia adquiere sentido cuando se hace a partir de un compromiso genuino con el Señor de la misión, Jesucristo. De ahí que es importante la relación estrecha que debe existir entre el discipulado y la misión. El discipulado que no está orientado a la misión resulta en el endiosamiento egoísta del individuo.

3.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia tiene sentido sólo cuando se encuadra en la realidad humana en la que la propia Iglesia se halla inserta. Ello significa que en la realización eficaz de su misión la Iglesia ha de tomar seriamente la consideración de todos y cada uno de los aspectos de la vida humana en la sociedad a la que sirve. Pretender que ello no es así puede significar- y de hecho ha significado- poner a la Iglesia al servicio de intereses extraños y contrarios a los de su misión.

4.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia ha de hacerse en el contexto de unidad. Es hermoso el lema que nos reunirá: "Siguiendo a Jesucristo en su reino de vida.¡Guíanos santo Espíritu!". Primeramente queremos recalcar, que tenemos conciencia de nuestras divisiones. Partimos de la realidad de un protestantismo que ha continuado la división en América latina. Somos víctimas de las divisiones que se nos imponen del exterior, y somos impulsados hacia una mayor atomización. También afirmamos que la unidad de la Iglesia es una respuesta a un claro llamado bíblico. La unidad de la Iglesia corresponde a la voluntad del Señor de la Iglesia. No es un asunto que se pueda considerar livianamente, no podemos aislarnos en nuestros triunfalismos denominacionales y numéricos en virtud de que nuestro Señor ha orado por la unidad de su Iglesia.

5.- La reflexión de la misión de la Iglesia en América latina i El Caribe tiene que poner atención a la asombrosa explosión del movimiento evangélico en general y del pentecostalismo en particular. Este es tan grande, que en varios países supera el crecimiento de la población y esto hace pensar que por primera vez en la historia de América Latina, el protestantismo podría llegar a ser mayoría religiosa. El crecimiento numérico de los evangélicos encierra ciertos peligros, quizás el más obvio es la superficialidad. Gran parte de las iglesias evangélicas están preocupadas solamente en crecer numéricamente. La cantidad no puede ser levantada como criterio de verdad.

6.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia en América Latina tiene que poner atención al tema del poder. Muchos sectores e las iglesias evangélicas han crecido bajo la seducción del poder y los políticos evangélicos no han dado los mejores ejemplos. La Iglesia siempre debe ser contestataria y profética. Esta última dimensión siempre debe estar presente en el mensaje cristiano. Algo anda mal cuando los gobernantes de turno, se sienten cómodos con la Iglesia.

7.- La reflexión sobre la misión de la Iglesia debe hacerse desde una situación de compromiso con aquellos con quienes el mismo Jesucristo se comprometió. Ya que la pobreza material y espiritual que afecta a miles de millones de personas en América Latina, es algo que nos compete a nosotros como discípulos de Cristo. Si esto no nos conmueve, no estamos en condiciones de escuchar lo que Dios nos quiere decir en estos días a través de su Palabra, que se debe traducir en un llamado sacrificial a la misión cristiana, debido a que la Iglesia en América Latina precisa hoy, es la que lleva las marcas del Cristo crucificado. De otra manera la reflexión de la misión se reduce al plano del mero ejercicio académico.

UNA REFLEXIÓN FINAL

La reflexión a la cual hemos sido convocados por la FTL a través del CLADE V no puede ser más oportuna. Indudablemente si tantas personas, de tantos lugares queremos estar presentes en este encuentro, ello es porque los evangélicos de América Latina, estamos interesados en pensar nuestra fe a la luz de la Palabra de Dios y atentos al contexto latinoamericano. Es por esto que la FTL invita a las iglesias, instituciones bíblico- teológicas, organismos de servicios, asociaciones evangélisticas, consejos pastorales, alianzas o confraternidades evangélicas a trabajar unidos por una misión cristiana más integral y más pertinente a las necesidades de hoy. Queremos poner a la disposición de las iglesias e instituciones, nuestros materiales, nuestro personal, nuestra infraestructura como un modesto aporte a la causa del reino y su justicia.

Si algo está claro, es que el protestantismo actual está en una encrucijada, en lo que atañe a su contribución a la vida de sus respectivos contextos. Ahora que contamos con el peso político y social que nos dan los números, nos es imposible evadir la pregunta respecto a cuál es el camino que debemos tomar para ser fiel al Evangelio de Cristo en la situación histórica concreta que vivimos con relación a la política, la economía y la cultura.

Quizás debemos reconocer que nuestra misión principal es una tarea de testimonio genuino, que Dios lo puede transformar en algo trascendente. Yo creo que todavía estamos como Iglesia para mantener la fe, la esperanza y el amor y que Dios por su gracia y su misericordia puede usar a cristianos con un claro compromiso, dispuestos a jugársela para mantener esa fe, ese amor y esa esperanza en América Latina y el Caribe hoy.

Valparaíso, Chile, 25 abril 2010
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