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Primero, el cuento La pequeña y el profeta es parte de un proyecto mayor, como es el libro Cuentos teológicos: Reimaginar desde el vientre, que está por publicarse, esperemos este año. En este proyecto participan diversos autores y autoras de América Latina, El Caribe y España que han creado veintiséis cuentos. La tónica o hilo conductor de los cuentos es el cuidado, y en especial, tiene por protagonistas a las mujeres que viven dicha experiencia a partir de sus vientres, pero contrariamente a la experiencia natural de quienes llegan a ser madres, hoy son abusadas, maltratadas, y hasta asesinadas. En ese sentido la metáfora del vientre nos ayuda a plasmar lo que hemos denominado una forma creativa de enunciar, denunciar, resistir y ofrecer esperanzas.
En segundo lugar, el libro inicia con una Introducción que se ha elaborado a manera de marco teórico, en el cuento publicado se incluye una nota al pie. Así se aclara al lector de qué se trata, qué producto tiene en sus manos. Cito algunos aspectos elementales de la Introducción (2) que saldrán a la luz una vez que se publique el libro:
“Para propiciar esta conversación nos valdremos del cuento teológico —haremos teología a partir del cuento y con cuentos— con su principal arma y característica: la imaginación. El cuento teológico supone entrar en el ámbito de la retórica y de la literatura: supone, pues, proponer mundos nuevos, nuevas posibilidades de pensar y decir lo indecible, e intentar plasmar a través de lo imposible un mensaje. Gracias a la literatura, podemos crear mundos cargados de símbolos que son capaces de propiciar sensaciones, reacciones, otras visiones y maneras de concebir la existencia”.
“Hablar de cuentos teológicos desde la perspectiva cristiana nos acerca a algunas de las técnicas retóricas del judaísmo y de los pueblos mediterráneos; por ejemplo, la parábola, usada tantas veces por Jesús de Nazaret. Ofrecemos cada uno de los cuentos de este libro como una parábola, ya que, por más inofensivos que nos parezcan, se encuentran preñados de contenido existencial y novedad evangélica: vino nuevo imposible de retener en esquemas caducos”.
“Así como las parábolas, los cuentos teológicos que presentamos en este libro nos invitan a re-imaginar y recrear nuevas perspectivas del mundo, a la vez que se proponen como parte de una pedagogía de anuncio, denuncia, resistencia y esperanza. “El que tenga oídos para oír, que oiga”.
“Se ha elegido esta forma de comunicar considerando el riesgo y el conflicto que puede generar en el lector que, sustentado en el racionalismo moderno y el literalismo en su lectura de la Biblia, no encuentra factible comprender los grandes misterios de lo divino por esta vía poética e imaginativa. En este sentido, tal como ya lo dicen los evangelios, las parábolas —o cuentos teológicos como los llamamos en este libro— pueden abrir o cerrar corazones; a unos les es revelado y a otros ocultado su mensaje (Is 6,10; Mt 13, 13-17)”.
“Nuestro sincero deseo es que estos cuentos sean medios de revelación del misterio, que a través de ellos re-descubramos sus formas únicas y sorpresivas de actuar, para así recuperar esa capacidad de asombro inefable y de movimiento que nos han negado ciertos discursos domesticadores de Dios”.
“Reconocemos el atrevimiento al ir más allá de lo que está escrito. Estamos conscientes de que hablamos desde la especulación, sin aires de certezas absolutistas, y nos amparamos en lo que las características literarias y la imaginación del cuento nos posibilitan”.
“Todos los cuentos se mueven desde la libertad y la posibilidad que permiten los relatos seleccionados. Por ello, en la mayoría de los cuentos que conforman este libro, se trabaja con los silencios y lo que no dicen los autores de los relatos bíblicos. Y, sin el ánimo de invalidar o contradecir lo que dicen, queremos que nuestra imaginación se propicie a partir de lo que los textos no dicen, para así formular nuevas narraciones y significados que encuentren sustento a partir de lo que sí dicen los textos para nuestro hoy”.
“Esto significa que el silencio de las narrativas bíblicas es el espacio de la imaginación de los escritores y escritoras que crean y recrean los cuentos teológicos a partir de los datos del relato bíblico, la información de trasfondos, la vivencia comunitaria en la iglesia, el poder comunicador de la palabra y los aportes que nos ofrecen las disciplinas de exégesis moderna disponibles para los estudios bíblicos.
“Ensayamos otras maneras de decir y contar, ya sea por el relato, la ficción, lo autobiográfico, lo contextual o el encuentro dialógico de experiencias…La única pretensión de quienes escribimos los cuentos teológicos es proponer otras posibilidades, otros resignificados y mirar las cosas a partir de otras perspectivas”.
En tercer lugar, el cuento La pequeña y el profeta, de mi autoría se construyó de la siguiente manera: 1) Ante la realidad de abusos de los niños y niñas en contextos religiosos (considérese como trasfondo el escándalo de los sacerdotes pederastas), se analiza la contradicción de lo religioso profanado, en este caso por personas que siendo parte de un ámbito religioso sus actos escandalizan e indignan con gran magnitud por ser religiosos (considere el caso de Jonathan C en el caso Juliana). 2) Frente a ello la respuesta religiosa fue, en algunos casos reubicar a los sacerdotes, en otros casos preocuparse por el templo; es decir, por parte del sector religioso en los casos mencionados, la preocupación quedó ahí, justamente en lo religioso. De esta manera se podría decir que se cree más a los culpables, que usando el manto religioso logran identificarse con la comunidad religiosa, y se olvida a la víctima. En el cuento esto se expresa claramente al comienzo donde el narrador pone el escenario al decir:
“SI LO CONTARA HOY TAMPOCO ME CREERÍAN. A los niños no se les cree, menos ante la palabra de un santo, y mucho menos si es palabra de una niña. Y, a pesar de que todos saben que los santos también pecan, prefieren conservar la buena dignidad del santo, en especial cuando es un hombre de Dios consagrado desde su concepción”.
Ahora bien, 3) a partir de esta realidad que está tras bastidores del cuento, se usa el recurso disruptivo (3) mediante figuras, personajes, e imágenes que puedan provocar ese mismo efecto. 4) Entonces nos imaginamos ¿qué pasaría si el abusador es un profeta (de quien se cuida decir el nombre) y si las razones de asesinarlo de una niña no son más que los sentimientos reprimidos por la injusticia latente de las victima? Así nace el cuento, que es más una ficción a manera de cuento de “terror religioso”.
En cuarto lugar, resulta sumamente interesante comparar la reacción que puede tener un lector religioso y uno no religioso frente a este cuento, lleno de subjetividad y sensibilidad. El que esté escribiendo estas líneas explicativas revela que el lector religioso (cierto sector religioso) reacciona con indignación porque siente que se le ha ofendido uno de sus símbolos sagrados como en este caso sería el mensaje de su texto; sin embargo, no les preocupa la niña ni la madre del cuento. Es decir, la reacción no contrasta con lo que vemos en la realidad, que es más cruda y real permítaseme la redundancia, ella no es cuento. Nos preocupa más el templo, la institución, el testimonio y no las víctimas. Y peor aún, transformamos a las víctimas en victimarios. Expresiones como: “Es que si la violaron fue por algo”, “Tanto que le ayudó y ahora está demandando a la iglesia”, “El diablo atenta contra su pueblo”, “Se busca atacar a los siervos del Señor” y en el algunos casos nos ponemos del lado del victimario, como en el caso Juliana, donde se facilitó al culpable una carta de sigilo de confesión emitida por un representante de los pastores. Y así se podría mencionar una serie de discursos que por un lado echan el manto de lo sagrado para camuflar problemas más de fondo a partir de la indignación inconsistente, mientras las voces de los inocentes y victimas quedan opacadas y silenciadas.
En quinto lugar, nuestro libro se pensó no solo para personas de comunidades de fe sino para público no confesional pero religioso, donde hay un amplio campo.
Sexto, el cuento no se creó al conocer el caso Juliana Campoverde, sino a finales del año 2018. Pero lo cierto es que al ser una noticia pública que marca un precedente al emitirse una sentencia sin la aparición del cuerpo de la víctima, lamentablemente se confirma el mensaje del cuento, y por ello con el editor decidimos dedicarlo como un homenaje a la memoria de Juliana, la joven asesinada por alguien de la iglesia que fungía como líder, a su vez hacer una denuncia para que este tipo de actos nunca, nunca sucedan en nuestras iglesias. ¿No deseamos eso para ninguno de nuestros niños y niñas, verdad?
La mayoría de los cuentos están formulados a partir de relatos bíblicos con diversos géneros, donde lo poético, la ficción y lo imaginativo se pone al servicio de la narrativa; aclarando que no son estudios bíblicos, ni declaraciones teológicas, menos afirmaciones doctrinales sino cuentos que deben asumirse como tales. Solo mi cuento está diseñado en ese panorama disruptivo de lo “terrorífico”, también está otro cuento relacionado con el personaje Diotrefes, su título es Filoprimatosis, que se construye a partir de la información que no menciona el texto y se lanza a reimaginar.
Vale mencionar que no es la primera vez que mi trabajo literario es confundido y usado con malas intenciones. En el año 2012 se publicó un ejercicio de resonancia hermenéutica, es decir, trabajé un artículo que a partir de un relato bíblico pudiera ayudarnos a recuperar el escándalo que pudo tener ese texto en sus propios contextos, en especial la enseñanza de Jesús, y procurar escucharlo hoy con alguna fuerza de su intensidad originaria. Así surgió el artículo Parábola del buen LGBT. La resonancia del mensaje de Jesús hoy, que se publicó en la revista Lupa Protestante (Obsérvese que esto se escribió antes de los famosos énfasis de ideologías de género que recorrerán diversos lugares de América Latina). Cuando algunas personas con malas intenciones leyeron este trabajo, dentro de un contexto diferente ya sea por sus miedos, temores o conflictos internos, no repararon en usarlo para alegar que estoy a favor de la homosexualidad, y muchas mentiras más. Aunque el texto no dice eso, la interpretación que unos dan, se usa para imponer algo que el texto no dice; y como sabemos, hay quienes construyen “sus verdades” a través de mentiras.
Aclárese lo siguiente: Dentro de la libertad cristiana que tenemos, no estamos llamados a estar de acuerdo con todo lo que pensamos o escribimos, y en ese sentido quienes ejercemos actividades académicas lo entendemos. Mucho más, cuando la tradición cristiana es tan plural y heterogénea. Ello es propio de este ejercicio, lo más sencillo es no hacer ni decir nada, pero escribir es exponerse, y yo he asumido ese riesgo. Unos estarán de acuerdo y otros no, el texto que se elabora produce ello, y así cumple su función detonadora: generar análisis, pensamiento, reflexión, perspectivas y discusión. Esto es, insisto algo propio del ejercicio académico.
Lo inadmisible es la actitud anticristiana, inmoral y destructora que unos hagan a partir de algo que no entienden, o asumen comprender a su conveniencia. Este tipo de personas están claramente identificadas, son aquellos que nunca hablan conmigo, solo miran lo malo, y han hecho del pensamiento diferente una amenaza que deben combatir a cualquier costo, incluyendo la dignidad y el respeto hacia el prójimo; ellos y ellas, están a la vista, sus muros y publicaciones en redes sociales y comportamientos hablan más. No escuchan, no preguntan, menos les interesa la verdad, arman una trinchera para disparar sin importar las consecuencias. En algún momento frente a estos ataques, tan penosos, porque la mentira no honra el evangelio que profesamos, me animé a escribir un artículo como respuesta. Lo publiqué en una nota en mi red social titulado: Frente a acusaciones ¿cómo reaccionar desde el evangelio? (4)
Es triste y lamentable que personas que dicen ser hermanos en la fe actúen de ese modo. Mi producción en textos, artículos, y ensayos es básica, un breve sondeo permite encontrar en la web más de 130 artículos, distribuidos en mi red social, blog (5) , y revistas electrónicas especializadas. Las publicaciones físicas son diversas, en campos de la pastoral, trabajo comunitario, eclesiología, masculinidades y prevención de violencia, trabajo bíblico en Biblia de Estudio, teología contextual, cristología, artículos en comentarios bíblicos, y ahora los cuentos teológicos. Si alguien quiere conocer mis trabajos para hacer un análisis más justo, pues debe comenzar a leer todo, no solo lo que le sirve para sus intenciones maquiavélicas.
Finalmente, soy un discípulo de Jesús desde los 16 años de edad. Ingresé a realizar mis estudios teológicos a los 17 años y aún sigo aprendiendo. He servido como pastor por 20 años, en organizaciones sociales, y diversos espacios. Mi servicio a la iglesia es mi carta de presentación para quienes quieran conocerme. Fui parte de una denominación a la que aprecio y considero, y nunca me escucharán hablar o escribir algo en su contra, salí de ella cuando consideré que mi presencia incomodaba. No expongo mi vida ni a mis amigos en público ni en redes sociales, soy amigo de quien quiera ser amigo. Sirvo a mis hermanos en todo lo que puedo, y nunca he perjudicado a la iglesia del Señor.
Mi trabajo de servicio a la iglesia ha sido más allá de mis linderos confesionales y he sido enriquecido de toda la diversidad del pueblo de Dios, y lo sigo haciendo. No tengo que cuidar un nombre ni un ministerio lo cual es de Dios y no mío. No le debo a nadie, pago todas mis deudas, he manejado recursos económicos confiados a las funciones laborales que asumí y mi vida está expuesta a todos. La honra que llevo es la inspiración de mi madre y mi familia, mis hijos y el anhelo de una comunidad de fe más parecida a Jesús en su ser y quehacer.
Mi causa, es la de los más débiles y sufrientes, según comprendo en el evangelio de Jesús y del reino de Dios; por ello aunque puedan decir que “apoyo o soy homosexual” no es algo que me ofenda, ya que he aprendido a tratar las mentira como lo que son, mentiras, yo estaré para servir a aquellas personas más allá de su opción sexual, racial o religiosa; y esto por el dolor y el sufrimiento que he visto en ellos y esa carga pastoral inexplicable, en especial con hijos de pastores que no pueden cambiar su opción sexual. Aunque digan que soy de “ideología de género”, cosa de lo que desconozco, yo sigo trabajando en prevención de violencia machista y las masculinidades de los hombres, incluyendo hombres de iglesia, donde se anida nuestra violencia en la construcción de identidades. Si me difaman de “feminista”, pues lo tomo como honra, porque lucho para que las mujeres no sean violentadas y explotadas como lo fueron en su historia, lo hago a partir de la inspiración del evangelio de Jesús. Si me llaman “liberal”, pues me agrada saber que fue un líder liberal como Alfaro quien influyó para que Biblias protestantes ingresen al país. Si dicen que “no enseño la Biblia”, yo sigo leyéndola y aprendiendo con pasión para enseñarla y predicarla siguiendo a Jesús.
Parece que a estas personas les intereso mucho, aun no entiendo por qué, pero ojalá puedan ser honestos y así como usan mis textos para mentir y des-informar o mal informar, por favor usen también este texto, aunque ponga en evidencia todas sus falsedades.
Mi respuesta, y la que he aprendido paulatinamente con Jesús, ha sido y es: Orar por estas personas, las que hablan, escriben mentiras, usan los púlpitos para hablar de teólogos liberales sin haber estudiado la teología liberal, las que se asumen defensoras de la fe y justifican el odio y la mentira, las que profesan sana doctrina pero ejercen violencia con su autoritarismo, las que repiten y replican mis publicaciones o las desinformaciones de otros, los que se atreven a usan mis fotos sin autorización y hablan sin conocerme; oro por ellos para que la gracia de Dios se manifieste en sus vidas, que los bendiga. Y no lo hago con cuento ni santurronería, de veras, Dios no puede ser engañado. De ahí pido que el Señor a partir de la gracia que les da, les permita que ellos tengan un poco de gracia con sus prójimos incluso conmigo, y sean un testimonio del amor y la ternura de Dios para todos.
Por mi parte, siempre seré un servidor de mi pueblo, un discípulo apasionado por Jesús. Ya Noam Chomsky decía: “Si eres un disidente, normalmente te ignoran. Si no pueden ignorarte y no pueden responderte, te desacreditan.” Y como dicen por ahí, digan lo que digan, qué más da.
Notas:
(1) Esto porque un cuento se presta para a imaginación y las distintas comprensiones que permite integran una pluralidad de sentidos que propician el diálogo. El autor de un cuento procura que sean los propios lectores quienes den sentido, sin entrar en explicaciones. La idea básica es que el lector dé mayor vida y contenido. Bien se dicho que "El autor solo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector".
(2) Citado de la Introducción del libro Cuentos teológicos: Reimaginar desde el vientre, compilado por Ángel Manzo, escrito por varios autores, JuanUno ediciones, por publicarse.
(3) Es decir, una narrativa no lineal. Es una técnica narrativa, usada en literatura, cine, televisión y videojuego y otras narrativas, donde los eventos son representados fuera de orden cronológico, por lo tanto, no siguen el patrón predeterminado de estructura temporal en la que los eventos son expuestos tradicionalmente. Un ejemplo en la literatura de cuentos lo encontramos en el trabajo de María Fernanda Ampuero, en su libro Pelea de gallos, publicado por la Editorial Páginas de Espuma
(4) Frente acusaciones cómo reaccionar desde el Evangelio
(5) Blog de Angel Manzo
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