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miércoles, 7 de febrero de 2018

Respuesta cristiana evangélica para combatir la corrupción

Por José Daniel Ballen, Colombia



El año 2017 fue marcado por los grandes escándalos de corrupción, con solamente mencionar las palabras: Oderbretch, carrusel de la contratación, Panamá papers y más recientemente “el cartel de la toga”, en la mente de un ciudadano colombiano, pasará la idea que, una gran cantidad de recursos públicos se perdieron por beneficiar ilícitamente a unos pocos. ¿Cómo debe responder a la corrupción el empresario y empleados cristianos que se encuentren involucrados en la actividad comercial? En este trabajo observaremos los elementos esenciales para superar la corrupción desde la cosmovisión cristiana con fundamentos éticos y bíblicos. 
¿Cuál es la importancia de una respuesta cristiana para superar la corrupción en el mundo de los negocios?, como creyentes evangélicos nos hemos dedicado a la proclamación del evangelio, pero no hemos hecho el suficiente énfasis en la demostración del mismo. En términos generales, se podría considerar que el mundo conoce las palabras de Jesús, mas no sus obras. Cuando nos referimos a las obras de Jesús lo primero que viene al pensamiento, son las manifestaciones de poder: sanidad de enfermedades, expulsión de demonios, entre otras. Pocas veces contemplamos la posibilidad que, en un mundo posmoderno, sin un marco ético realmente definido, una de las mayores demostraciones del poder de Dios es una iglesia que vive de forma coherente con las escrituras en cada esfera de la sociedad. La relevancia de la iglesia en la sociedad actual se encuentra en la integridad que sustentara dichas posturas éticas.   

I. Contextualización del fenómeno de la corrupción

A. ¿Qué es corrupción? Es una clase de abuso del poder orientado para la obtención de ganancias privadas. Puede clasificarse por las cantidades de dinero perdido y el sector en el que se produce. La corrupción destruye a la sociedad, ya que socava la confianza del país en sus líderes. El costo de la corrupción es alto, ya que consume grandes recursos económicos que tenían un propósito comunitario y termino sirviendo a unos pocos. La corrupción también cuesta la libertad de algunas personas, así como la vida de muchos otros.
B. Panorama de la corrupción a nivel global: Desde 1993 la organización no gubernamental Transparency international[1], fundada por Peter Eigen se ha dedicado a la lucha contra la corrupción, este flagelo se puede considerar  como el mayor freno para el desarrollo y equidad en el mundo. El Índice de percepción de la corrupción 2016[2] mantiene a Dinamarca como el país más transparente del mundo junto con Nueva Zelanda, mientras que Somalia y Sudán del Sur son los estados con los sectores públicos más corruptos. Uno de los propósitos del índice es informar a las organizaciones públicas e inversores privados, el nivel de riesgo al que están expuestos sus recursos en un sistema económico nacional en particular. Es decir, de acuerdo a la lógica de este índice un proyecto social o económico en Dinamarca tiene una gran probabilidad de ser exitoso, mientras un proyecto en Sudan del sur es inviable, lo cual no atenta contra el sentido común. 
C. Panorama de la corrupción en Colombia: Una breve revisión de la historia de Colombia desde los 80’s, nos dará una dolorosa cuenta, cada ciclo de nuestra historia reciente, está plagada o titulada por un hecho mayor de corrupción, a continuación, un corto recuento: La pérdida de los recursos en la reconstrucción de Armero, los sobornos y asesinatos del cartel de Medellín, el proceso 8000 donde se evidenció la influencia corrupta del cartel de Cali sobre las elecciones presidenciales, el carrusel de contratación en Bogotá (que resulto con el alcalde mayor de Bogotá encarcelado), Panamá papers, el escándalo de corrupción latinoamericano Oderbretch, y más recientemente el cartel de la toga  donde tres expresidentes de la corte suprema de justicia se encuentran señalados de recibir sobornos y amañar sentencias. La corrupción en Colombia no solo pertenece a los grandes robos de la nación, es evidente en los tramites más simples. Este mal dolorosamente se ha instaurado en el subconsciente del ciudadano y ha resultado no solo en la desconfianza generalizada hacia las instituciones sino en un estilo de vida propenso a los actos de corrupción en la cotidianidad.    
        
II. Acercamiento ético al problema de la corrupción
 
¿Y qué tiene que decir la ética acerca de la corrupción?, Fernando Savater, menciono en una entrevista[3]que con una preocupante frecuencia, la prensa española le repetía la anterior pregunta. La preocupación de Savater es también válida para el entorno colombiano, ya que nos queda la sensación que las personas queremos saber sobre la ética, pero nos encontramos lejos de la opción de vida que soporta su aplicación. Antes de responder a la pregunta con que inicio esta parte del ensayo, es necesaria una definición sencilla de la ética; en primer lugar, el rango de acción de la ética se encuentra en los actos humanos; allí donde la voluntad y la razón del ser humano se han involucrado en plena libertad para tomar una decisión y finalmente actuar[4]. También dos corrientes filosóficas intentan presentarnos una respuesta ética al fenómeno de la corrupción; la ética sustancialista que se concentra en la búsqueda de la virtud, es decir, de aquellos hábitos y estilos de vida, dignos de seguir por toda la comunidad. La ética sustancialista está enfocada en la búsqueda teórica del Ethos social, el motor invisible de la praxis moral, una intención noble, pero en ocasiones cortísimo de propuestas prácticas para combatir la corrupción. Por otro lado, en la postura ética procedimentalista: la intención de este movimiento es discernir la acción correcta y la incorrecta, fundamentándose en el entendimiento de la razón, teórica y práctica que orienta al individuo o la comunidad.
Para finalizar esta revisión del acercamiento ético al problema de la corrupción nos permitimos hacer referencia a una reciente entrega de la revista semana que hizo referencia a la crisis de valores en el país[5], un aspecto a resaltar del artículo, es la falta de referentes católicos o evangélicos dentro de los consultados (es posible que los casos de corrupción o abuso de poder de ministros nos ha llevado a negar como sociedad su importancia en la reflexión ética). El mencionado artículo nos hace considerar que esta sociedad posmoderna si necesita una propuesta de referentes éticos y morales, que más allá de postulados o líneas de pensamiento filosóficas, requiere de los cristianos evangélicos una propuesta bíblica y de espiritualidad práctica, que haga frente de forma efectiva al problema de la corrupción en la sociedad colombiana. 
         
III. Propuesta desde el antiguo testamento al problema de la corrupción

A.   El pentateuco. Deuteronomio 10:17 (NVI) nos muestra una singularidad del carácter de Dios que tienen relación directa con la corrupción: porque el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. Una de las grandes diferencias de nuestro Dios y en ese contexto el Dios de Israel frente a los dioses de otras naciones, es que el Dios verdadero no actúa con parcialidad. Uno de los más graves problemas del ser humano contemporáneo es ignorar la verdadera naturaleza y atributos de Dios, fuimos creados a la imagen de Dios, pero debido a nuestra naturaleza caída nos alejamos de la imagen de Dios (en este caso de la imparcialidad y la naturaleza incorrupta); y es allí, donde entra en acción el poder del evangelio, ya que solo a través de la obra redentora de Jesucristo es que podemos regenerar la imagen de Dios de nuestra vida. Por lo tanto, una propuesta integral para solucionar el problema de la corrupción recurre a herramientas éticas, políticas, económicas y sobretodo la única solución espiritual: el evangelio de Jesucristo manifiesto. Sin embargo, la propuesta bíblica desde el antiguo testamento no se queda solo en la propuesta del evangelio como respuesta al problema de corrupción de todos los humanos, también encontramos indicaciones practica con aplicabilidad en diversos contextos culturales, por ejemplo, en Éxodo 23:6-8 (NVI) No tuerzas la justicia contra los pobres de tu pueblo en sus demandas legales. Mantente al margen de cuestiones fraudulentas. No le quites la vida al que es inocente y honrado, porque yo no absuelvo al malvado. No aceptes soborno, porque nubla la vista y tuerce las sentencias justas. En términos prácticos para un empresario o empleado cristiano involucrado en el mundo de los negocios, es una instrucción contundente a no participar bajo ninguna circunstancia del “juego de sobornos” que lo beneficie ilícitamente en los resultados de licitaciones y procesos de compra. Un negociante evangélico podría pensar que caer en el juego del soborno, solo resulta en un beneficio económico y es probable, que pueda verse a sí mismo como una víctima del sistema, pero este texto nos lleva a reflexionar que entender que el “juego del soborno” tiene el equivalente a quitar la vida. Quien cae en el “juego de sobornos”, lo hace en una espiral de pronunciada caída, que cada vez le exigirá hundirse más en el fango de lo ilícito y pecaminoso. Permitirnos la puerta de entrada al “juego de sobornos”, es solo el principio del fin.
B.    Los profetas: tres denuncias proféticas del antiguo testamento no muestran la intención de Dios, en restaurar la justicia y erradicar la corrupción entre su pueblo, en especial, de aquellos que tienen autoridad política o religiosa:
Ezequiel 22: 25-27b “Como leones rugientes que despedazan a la presa, hay una conspiración de profetas que devoran a la gente, que se apoderan de las riquezas y de los objetos de valor, ……. Los jefes de la ciudad son como lobos que desgarran a su presa; siempre están listos a derramar sangre y a destruir vidas, con tal de lograr ganancias injustas.
           
El profeta Ezequiel hace referencia especial a quienes tienen autoridad y abusan de su posición, ya que su interés desmedido por aumentar sus riquezas y no servir a la sociedad, les lleva a destruir vidas, con tal de conseguir las ganancias egoístas e injustas. ¿Cuál debe ser la intención del empresario o empleado cristiano que participa del mundo de los negocios?, sin lugar a dudas, está allí para ganar dinero y hacer sostenible a una compañía comercial, sin embargo, este trabajo debe realizarse con plena conciencia en su mayordomía cristiana. El empresario y empleado cristianos tienen el propósito de generar recursos, a través del servicio y el trabajo que honre a Dios, ninguna circunstancia, les podría dar permiso, para transgredir el limite ético y lograr negocios que traerán beneficios económicos temporales pero la destrucción del tejido moral del país que estamos llamados a formar como ciudadanos del reino de Dios en Colombia.

Oseas 9: 8-9 (NVI) “El profeta, junto con Dios, es el centinela de Efraín, pero enfrenta trampas en todos sus caminos, y hostilidad en la casa de su Dios. Han llegado al colmo de la corrupción, como en los días de Guibeá; ¡pero Dios se acordará de sus perversidades y los castigará por sus pecados!
Como cristianos evangélicos creemos en el ejercicio universal del sacerdocio, así que parte del ejercicio sacerdotal del empresario y empleados cristianos es el rol profético. El profetismo entendido no como una suerte de oráculos del futuro, sino como un ejercicio de la denuncia del pecado; en este caso, la corrupción, y, sobre todo, el profeta, encarnaba una contrapropuesta a este pecado. Nuestra autoridad profética se condiciona a la vivencia de los principios que predicamos[6].  Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee (Mateo 5:13).
Miqueas 3:9-10 (NVI) Sus gobernantes juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga, y sus profetas predicen por dinero; para colmo, se apoyan en el Señor. diciendo: ¿No está el Señor entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal
Por último, el texto en Miqueas nos lleva a reflexionar si de verdad como empresarios y empleado cristianos consideramos los principios bíblicos como rectores de vida, o solo los hemos “mundanalizado” en nuestra mente. Aunque vivimos en un mundo caído debemos entender que el reino de Dios, esta entre nosotros desde el mismo nacimiento de Jesús, que no se ha establecido completamente[7], pero que su accionar está vigente. La verdadera cristianización, no está la repetición de versículos, la aceptación generalizada de la liturgia de alguna tendencia cristiana y mucho menos en la imposición de la cosmovisión cristiana al país por medio de la mayoría política. La revelación y vivencia de los principios bíblicos son la base del establecimiento del reino de Dios en nuestra nación.
 
IV. Respuesta practica al problema de la corrupción
A continuación, expondremos algunas propuestas prácticas para enfrentar la corrupción, con base en los principios éticos y bíblicos ya expuestos. 
A.   Nuestro llamado final como creyentes es la vivencia de una contracultura[8], y por tal razón que el empresario y empleados cristianos, deben iniciar dicha vivencia, desde los asuntos más simples, por ejemplo, en el uso del lenguaje, ya que en el contexto de los negocios, es de uso popular la sencilla pregunta: ¿Y cómo voy yo? Que hace referencia “jocosa” al CVY o ¿Cómo voy yo en ese negocio?, o dicho de forma más clara; ¿Qué parte de la corrupción me corresponde?, esta expresión hace parte de las situaciones cotidianas entre colegas que se hacen un sencillo favor entre sí, y también se usa como referencia en tono de broma al famoso CVY y a la tragedia nacional con la corrupción, que es tan dolorosa y frecuente, que ya nos da hasta risa. Sin embargo, Cristo nos enseña: “Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado” Mateo 12:36 (NVI); el CVY es una sencilla expresión cultural que nos lleva a naturalizar la corrupción. Por lo tanto, erradicar esta expresión de nuestro léxico es una acción sencilla pero contundente de testimonio cristiano efectivo. Esta transformación de nuestro lenguaje es una protesta consciente contra la corrupción y sobretodo el inicio de una propuesta de contracultura cristiana.
B.    La respuesta del profesional cristiano a la corrupción en su área de influencia. Para un creyente que se encuentre involucrado en la actividad comercial, en especial en la venta de equipos industriales, no es desconocido, la corrupción de algunos compradores y sus organizaciones, ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo combatirla? en primer lugar debemos hacer que nuestras propuestas comerciales sean de un alto nivel profesional, que ofertemos productos y servicios que realmente cumplan lo que se prometemos, con un precio justo y verdaderos valores agregados. Por otro lado, en caso de ser víctimas de la corrupción, buscar las herramientas para denunciarla, inclusive grandes corporaciones y entidades públicas[9] cuentan con canales anónimos de denuncia con la motivación de promover la denuncia y la protección del mismo denunciante. El empresario y empleados cristianos, no deben considerar su salida del negocio, al contrario, deben continuar con su actividad comercial con mayor ahínco, visitando clientes y buscando con creatividad mejores relaciones comerciales, enviando propuestas y licitaciones que añadan valor al mercado, desarrollando la creatividad y las buenas practicas hasta llegar a la consecución de nuevos negocios – NO nos cansemos de hacer el bien pues a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9.
C.    La cultura preventiva en la iglesia. En este trabajo estamos proponiendo la respuesta del empresario y empleado cristianos frente a la corrupción, pero es nuestro deber mencionar que la iglesia debe ser considerada como un lugar de refugio para el negociante cristiano, el lugar donde es bien aconsejado, protegido e influenciado para la construcción del país. La iglesia debe entregar una enseñanza clara, relevante y practica sobre el manejo del dinero y la prosperidad, observando con integridad el texto bíblico, esto quiere decir que, el llamado de la iglesia contemporánea es desarrollar una comunidad con principios firmes que evite que sus miembros consideren el enriquecimiento rápido como algo a que aferrarse y ni siquiera a considerar la opción de la deuda, ya que esta puede ser una puerta de entrada a la angustia y presiones excesivas que lleven al empresario o empleado cristiano al desespero y comprometer sus principios con el soborno.
D.   Las medidas correctivas en la iglesia. No podemos permitir la costumbre de “blanquear” o “purificar”, las riquezas indebidas, en los inicios de la iglesia encontramos la respuesta de los apóstoles a quienes pretendía comprar el favor de Dios con Dios. Hechos 8:9-25 (NVI) Que tu dinero perezca contigo¡!! Porque intestaste comprar el don de Dios con dinero¡!! …. No eres integro delante de Dios. En el contexto cultural actual, podría parecer una respuesta excesivamente dura, pero debido a un problema tan extendido en la sociedad como lo es la corrupción es necesaria, la aplicación de medidas radicales como:
·  Un pastor de una iglesia local no debería conocer quienes son las personas aportantes a su comunidad, ya que esto nublara su capacidad de juicio a la hora de exigir sobre la corrupción y los ingresos indebidos (Proverbios 4:23 -  Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida).
·  Un pastor, así como se le recomendaba al rey judío (Deuteronomio 17:17), no debe optar por el exceso de riquezas, ya que su corazón se perderá y el interés por las almas y la santidad se convertirán en un mero formalismo.
·  Un pastor al considerar que un posible oferente está relacionado a la corrupción o el blanqueo de dinero, debe ir a la confrontación (indispensablemente debe realizarse con testigos) y en caso que se evidencie que los recursos tienen un origen ilícito, se le debe indicar a dicha persona que es necesario su arrepentimiento del pecado implícito en el acto corrupto y que su dinero no puede ser recibido en la iglesia. 
E.    Por último, en los siete elementos esenciales contra la corrupción propuestos por Bertrand de Speville[10]encontramos un referente para el empresario y empleados cristianos para enfrentar la corrupción en el mundo de los negocios y que compila de forma coherente los principios éticos y bíblicos desarrollados en este trabajo. La voluntad: la decisión del creyente para combatir la corrupción en su área de influencia se basa en su condición de ser hijo de Dios y beneficiario del evangelio del reino, no se ve a sí mismo como una víctima del sistema, sino como un protagonista activo de la historia de Dios. La legislación: debido a los acuerdos de cooperación internacional que el país ha firmado, son cada día más las herramientas y entidades anti-corrupción[11] de las que disponemos en el mundo de los negocios, no estamos solos. La estrategia: el empresario y empleado cristianos tienen de su lado el poder de un Dios creador, la corrupción más que un obstáculo a su negocio debe ser la oportunidad para demostrar mejores prácticas para la consecución de nuevos negocios. La acción coordinada: el empleado cristiano no debe trabajar sin el apoyo de su iglesia, de su comunidad de fe, ya que encuentra en ella un lugar de gracia, refugio e instrucción. La predicación de la iglesia debe ser relevante y coherente frente a los desafíos que enfrenta el cristiano contemporáneo en el mundo del trabajo, fuera de las cuatro paredes del templo. Los recursos: La lucha contra la corrupción implica disponer de recursos humanos y económicos para sostener la empresa a lo largo del tiempo, esto implica una cultura del ahorro y la mayordomía cristiana que permita enfrentar los ciclos de descenso económico y no considerar la corrupción como una salida rápida de la depresión financiera. El apoyo del público: nuestra predicación del evangelio, será demostrada cuando cada creyente en su área de influencia demuestre la vivencia de su predicación. El evangelio del reino es el punto de partida de su transformación como nuevo hombre o mujer, y las posturas éticas de la cosmovisión cristiana no tienen sentido como teoría, es indispensable, una contracultura viva que nace de su práctica desde los asuntos simples de la cotidianidad hasta los asuntos de mayor influencia para el desarrollo del país. La perseverancia: una contracultura no es asunto de un día, o de salir emocionados a practicar después de una predicación de domingo, la manifestación del reino de Dios como Jesús lo explico en múltiples ocasiones, es una pequeña semilla, a la que solo Dios le puede dar vida, pero que nuestro deber es cuidarla cada día, practicarla cada día. seguir intentándolo y ver su crecimiento en nuestra sociedad, con pequeños pasos cada día. 

Conclusiones

·      Desde el lugar de trabajo, como empleador o empleado en el contexto de los negocios, es posible demostrar el poder del evangelio, con la vivencia del evangelio del reino y sus principios de integridad y ética.
·      La iglesia evangélica debe ser vista como un lugar de gracia que provee refugio, protección e instrucción bíblica para los hombre y mujeres de negocios de la iglesia. La comunidad de fe debe ser vista como un centro de entrenamiento de misioneros del mundo de los negocios que serán enviados a transformar la historia del país.
·      La instrucción biblia no puede ser vista como una suerte de textos sueltos, que sirven para sustentar alguna tesis humana. El enfoque teológico evangélico sano, que hemos evidenciado en el presente trabajo, es que la historia de Dios respecto de la corrupción guarda coherencia en antiguo y nuevo testamento, no solo con principios de pensamiento, sino con recomendaciones prácticas sobre su prevención y erradicación. La biblia, es la palabra de Dios, continua vigente y tiene mucho que decir a los problemas del hombre contemporáneo.
·      Las éticas procedimentalista y sustancialista provee elementos apropiados para sustentar propuestas morales. Sin embargo, somos conscientes que la única solución del problema espiritual en el interior de todos nosotros, los seres humanos, y que es la fuente de la corrupción, es el poder salvador del evangelio.   
   
Bibliografía:
 
1.     Transparency international, historia y definiciones, último acceso 15 de septiembre 2017, https://www.transparency.org.
2.      Agencia de noticias EFE, indicador de transparencia, último acceso 10 de septiembre 2017. https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/dinamarca-y-somalia-extremos-de-limpieza-corrupcion-segun-el-indice-ti/10004-2822012?resp=0
3.     Entrevista sobre ética con Fernando Savater, último acceso 10 de noviembre 2017.
4.     Académicos colombianos reflexionan sobre la crisis de valores en el país, ultimo acceso 10 de septiembre 2017.
5.     Línea ética de Ecopetrol, ultimo acceso, 10 de noviembre 2017
6.     Website de la ONG transparencia Colombia. http://transparenciacolombia.org.co/
7.     Ética, por Domingo García-Marzá, Elsa González Esteban. 2014, EDITORIAL Universitat Jaume I. Servei de Comunicació i Publicacions.
8.     Ladd George Eldon, Teología del nuevo testamento, (Madrid, Editorial CLIE, 2012)

9.     Stott Jhon, El sermón del monte, (Bogotá: Editorial Certeza, 1998).

10.  Bertrand De Speville. Superando la Corrupción Editorial planeta 2012.

11.  Todas las citas bíblicas son dela Nueva versión internacional. 

[4] Ética, por Domingo García-Marzá, Elsa González Esteban. 2014, EDITORIAL Universitat Jaume I. Servei de Comunicació i Publicacions. PAG. 5
[6] Mateo 7:29 nos indica que Jesucristo enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley. ¿Qué hacia la diferencia? La encarnación de la palabra predicada.
[7] George Eldon Ladd, Teología del nuevo testamento, (Madrid, Editorial CLIE, 2012), 115
[8] Jhon Stott, El sermón del monte, (Bogotá: Editorial Certeza, 1998), 69.
[10]Superando la corrupción, por Bertrand de Speville, Pág. 23

Sobre el autor:

José Daniel Ballén es colombiano y esta casado hace 3 años con Natalia Castro. Ingeniero mecánico con 10 años de experiencia en la industria petrolera, docente universitario y especialista en administración financiera. Hace parte del equipo pastoral de la Iglesia Lugar de Honor y es egresado del posgrado en ética y pensamiento cristiano del Seminario Bíblico de Colombia.



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